Obama, desdibujado entre el mito Kennedy y la popularidad de Bill Clinton

En un breve acto en el que no hubo discursos, importó más el simbolismo. A Obama, en mal momento político, se le veía emparedado entre el mito de JFK y la gran popularidad de Bill Clinton, que es incluso mayor de la que gozó cuando estaba en la Casa Blanca. Al menos ese fue el comentario de la CNN nada más ver la escena. Al acto, cerrado al público, acudieron miembros de la familia Kennedy, de tercera e incluso cuarta generación.

La corona de flores fue colocada a la vez por los Obama y los Clinton, lo que permitió así incorporar a la ceremonia a la exsecretaria de Estado. Con la posibilidad de que se presente a la carrera presidencial de 2016 ya ninguna aparición de Hillary Clinton se considera casual . La lectura política de su presencia se hacía también ante el hecho de que solo estuvieron en la ceremonia Obama y Clinton y no los Bush.

Obama acude cada año al cementerio de Arlington, junto al Pentágono, al otro lado del río que limita la ciudad de Washington, para poner una corona de flores ante la tumba del soldado desconocido. El homenaje de ayer fue para el más conocido de quienes fueron enterrados allí, cuya sepultura es la más visitada por los tres millones de personas que anualmente entran en el cementerio. Justo al lado de la lápida del presidente Kennedy está la de su esposa Jackie, así como la de dos bebés, uno nacido muerto y otro fallecido a los dos días del parto.