Cien días de Rohani en el poder, y mil de su rival Musavi en arresto domiciliario

"El continuado arresto domiciliario de estas figuras opositoras es un indicador de la represión e intolerancia de las autoridades contra las voces de la apertura en Irán", denunció la directora para Oriente Próximo de Human Rights Watch (HRW), Sarah Leah Whitson. HRW solicitó al Gobierno iraní la puesta en libertad de estos tres líderes sobre quienes no hay ninguna acusación formal hasta el momento, pero que permanecen en sus domicilios acusados de incitar a las movilizaciones contra el régimen.

La revuelta de 2009 se reprimió de forma violenta y provocó la detención y huida al extranjero de miles de personas. Tras obtener la mayoría en las urnas Rohani anunció su intención de abrir las puertas del país a aquellos que tuvieron que marcharse por motivos políticos, antes y sobre todo después de las protestas de 2009, pero como ocurre con la recuperación económica, es otra de las promesas que tendrá que esperar . Consultado esta semana por el caso de los líderes reformistas, Mohsen Ejei, ex ministro de Inteligencia y actual fiscal general del Estado, quiso zanjar el debate sobre su posible puesta en libertad y aseguró que “cometieron un crimen y dañaron al sistema, al país y al pueblo. De momento no hay cambios sobre su castigo”.