oriente próximo
«Si la paz llegara mañana a Siria, nos llevaría diez años reconstruirla»
Valerie Amos, adjunta para los derechos humanos a la Secretaría General de la ONU, recuerda que un tercio de la población del país árabe necesita ayuda humanitaria urgente
«Si la paz llegara mañana a Siria, nos llevaría diez años reconstruirla»
La británica Valerie Amos , adjunta para los derechos humanos a la Secretaría General de la ONU , pasó esta semana fugazmente por Madrid. Su voz firme aunque diplomática clama para recordar que, por más dificultades que atraviese Europa, sigue siendo un área ... privilegiada y debe arrimar el hombro ante los dramas de otras latitudes
¿Cuál es la situación en los campos de refugiados alrededor de Siria?
La mayoría de los refugiados que han huido a Turquía se encuentran en campamentos, también algunos de los que han escapado a Jordania o a Irak. Los que se marcharon al Líbano, no y, por supuesto, en Egipto, no hay nada parecido a campamentos. Es importante recordar que hay dos millones de refugiados registrados. Sabemos que el número real tiene que ser mucho más alto, aunque sea necesario llevar un registro, y que la gente que está en pequeños asentamientos tiene un impacto mayor en los países de acogida y necesitan ayuda especial en materias como la educación.
El Consejo de Seguridad acaba de emitir una declaración urgiendo a las partes en conflicto en Siria a abrir corredores humanitarios ¿Es usted optimista respecto a la respuesta?
Transmitimos al Consejo de Seguridad de la ONU una serie de sugerencias sobre lo que necesitamos para mejorar lo que estamos en disposición de hacer dentro de Siria. Aunque ya llevamos a cabo una labor importante, sabemos que queda mucha todavía mucha gente que necesita tener acceso a la ayuda. Estimamos que un tercio de la población siria, casi siete millones de personas, necesita urgentemente ayuda humanitaria. Otros dos tercios se han visto desplazados dentro del propio país y esto se suma a los que han huido de él. En septiembre fuimos capaces de llevar alimentos para siete millones de personas y vacunar a más de un millón de niños. Ahora diez millones de sirios tienen acceso a agua potable gracias al trabajo de Naciones Unidas y sus programas humanitarios. Todavía nos quedan otros dos millones de personas a las que no tenemos acceso. Por eso la reciente declaración del Consejo de Seguridad es tan importante para nosotros, porque si se atiende a todo lo que ahí se plantea deberíamos ser capaces de alcanzar esa área, con protección asegurada para el personal y acceso libre para llevar suministros médicos. Es una declaración muy firme y estamos trabajando muy duro para ponerla en acción.
Sí, pero el resultado no depende solo de su voluntad, sino de la respuesta de las partes en conflicto
No. Depende del Gobierno sirio, de los actores no estatales que ahora operan sobre el terreno y depende de los países que tienen influencia… Todos han de ponerse en acción.
O sea, ¿que es usted optimista?
Tengo que ser optimista en mi trabajo, porque tengo que ser una voz, una defensora para la gente que ha sido olvidada por la comunidad mundial, así que sigo encontrando razones para trabajar duro.
¿Tienen ya las Naciones Unidas un plan para el caso de que finalmente los sirios acepten?
Por supuesto que tenemos un plan, incluso si mañana mismo llegara una solución política. Tenemos gente ya dentro del país, que ya está en las propias comunidades sirias, trabajando en la reconstrucción de escuelas, hospitales.... Hay infraestructuras que han sido arrasadas. El país ha perdido el 50% de su valor. Si mañana mismo se detiene la violencia, hay un trabajo que sigue siendo necesario y que nos ocupará durante los próximos diez años.
Un obispo italiano dijo esta mañana que Europa tiene que estar preparada para recibir miles de personas de Siria, Somalia, Libia y otros lugares. ¿Podemos esperar un futuro distinto?
¿A qué se refiere?
Me refiero a si no es posible encontrar una solución rápida a los conflictos en estos países de origen.
A mí no me gusta hablar en términos como «encontrar una rápida solución». Yo creo que tenemos que hacer cosas como comunidad mundial, hacer todo lo que podamos cuando pensemos que un área está entrando en dificultades, todo lo que podamos para prevenir escaladas en esas crisis. Deberíamos intentar resolver cualquier tipo de conflicto en sus fases tempranas, porque sabemos que una vez se entra en la dinámica de los combatientes, estos se olvidan las consecuencias sobre hombres, mujeres y niños comunes. Entonces ya no podemos hacer nada. Hay gente en el mundo que lleva desplazada de sus comunidades a causa de conflictos 15 o 20 años. Es lo que pasa en países como la República Democrática del Congo o Afganistán. Esto nos enseña que tenemos que reaccionar rápido.
¿No parece algo ingenuo esperar a que esa lección vaya a ser aprendida algún día?
Bueno, depende de cómo se mire el mundo. Hay lugares donde la paz se ha alcanzado. Hemos vivido casos como el de Sudán, en el que hemos tenido continuamente fuerzas no estatales operando y fíjese en lo que se ha logrado con el nuevo Sudán del Sur, en lo que es posible cuando los países se concentran en el camino a la paz.
La operación especial de rescate puesta en marcha por la Armada italiana en el Mediterráneo tras la tragedia de Lampedusa ha rescatado más de 300 personas en su primer día ¿Qué va a hacer Europa con toda esa gente?
Europa reconoce que hay que hacer algunas cosas. Una es que para esa gente que está huyendo de la persecución, que son refugiados, los países que los encuentran tienen que aplicar la Convención de Ginebra. Esto es muy importante. Para la gente que abandona su país en busca de un futuro mejor, por razones económicas, hay que fijarse en si lo hacen tratando de escapar de la pobreza, en las causas, no solo en las consecuencias. Este es un problema que es demasiado complejo como para tratarlo de otra manera..
Es cierto que estamos ante un problema complejo, pero también que ahora nos enfrentamos a una emergencia y también que la Unión Europea vive ahora una crisis económica.
Reconozco que son momentos de dificultades económicas para muchos países de la Unión, pero, créame, la mayoría de los refugiados de este mundo no están dentro de las fronteras de la UE, están en países extremadamente pobres y esperamos de ellos que carguen solos con la responsabilidad. Europa también tiene que hacerlo. Yo soy del Reino Unido y me siento muy británica, pero fíjese en el caso de los países vecinos de Mali o Siria, que reciben año tras año miles y miles de personas. Puede aplicarse el principio de mantener las fronteras abiertas y cuidar de los refugiados, la Unión Europea puede hacerlo.
En su propio país, el Gobierno ha publicado recientemente anuncios con el siguiente mensaje a los inmigrantes ilegales: «Vete a casa o te detendremos» ¿Es este el camino correcto?
Yo no voy a comentar decisiones domésticas de países de la Unión Europea. No es para eso para lo que estoy aquí. Pero en todo el mundo, todos tenemos que tomar parte y mirar a lo que se enfrentan en otros lugares e intentar alojar a los refugiados. Creo que eso es algo que la Unión Europea puede hacer.
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