La Meca acoge con normalidad la fiesta del Sacrificio, día señalado para los musulmanes

En España , 300.000 musulmanes siguen este martes el ritual en Cataluña. En Melilla, al igual que en Marruecos, se celebra mañana, miércoles, por lo que los fieles apuran sus compras, a pesar de ser día festivo.

En La Meca , los fieles iniciaron en esta jornada los ritos finales de la peregrinación anual a la ciudad santa saudí, con el apedreamiento de tres columnas que representan las tentaciones del diablo. La lapidación del demonio se lleva a cabo en la zona de Mina, próxima a La Meca, desde un puente de cuatro plantas, donde los peregrinos lanzan siete guijarros contra las columnas de piedra que representan a Satanás.

El ritual se está desarrollando con normalidad y fluidez, según la agencia de noticias oficial saudí, SPA, que agregó que las autoridades controlan los accesos y salidas del puente para evitar incidentes.

Los peregrinos corean «Allah-u-Akbar» («Dios es grande»), mientras arrojan las piedras a los monolitos. Los creyentes disponen de tres o cuatro días para cumplir con el apedreamiento del demonio . Este ritual se inició a primera hora de la mañana tras la oración del «Aid al Adha» , que marca el comienzo de la fiesta musulmana del Sacrificio, y el degollamiento de cabezas de ganado.

El sacrificio destaca la obediencia y fe de Abraham, que iba a sacrificar a su hijo por orden de Dios para confirmar su lealtad, y que al final no lo hizo por mandato divino.

Tras cumplir con la lapidación del demonio, los peregrinos se cortan el pelo y giran en torno a la « Kaaba» , un edificio en forma de cubo, cubierto por una tela negra y dorada, en el que se encuentra la piedra negra, que el islam considera un pedazo desgajado del paraíso. Todo musulmán debe cumplir la peregrinación al menos una vez en la vida, siempre que su salud física y económica se lo permita.

Este año La Meca ha acogido a menos peregrinos, 1,6 millones, frente a los 2,8 que hubo en 2012, después de que las autoridades saudíes redujeran su número por las obras de ampliación de la Gran Mezquita de esta ciudad y endurecieran los controles de acceso.

Preocupación en Egipto

El ministro de Interior de Egipto , Mohamed Ibrahim, reclamba este lunes a la policía que actuara con la «máxima vigilancia» para evitar cualquier intento de «perjudicar» la fiesta del Sacrificio. Egipto se halla en medio de la crisis política desatada desde que el pasado 3 de julio el Ejército depuso al presidente, el islamista Mohamed Mursi.