Merkel se impone al socialdemócrata Steinbrück en el primer y último debate televisivo de la campaña alemana

Y las previsiones se confirmaron: en un debate de 90 minutos televisado por las cuatro principales televisiones públicas y privadas del país, y que más de la mitad de los ciudadanos alemanes tenían la intención de seguir, Merkel se fue imponiendo sin prisa pero sin pausa al candidato socialdemócrata ya desde el principio del duelo.

Tranquila, segura e incluso con un punto de arrogancia respecto a su contrincante y a los cuatro periodistas encargados de moderar el debate, la canciller repitió el discurso lanzado una y otra vez por ella y su partido durante la última fase de la legislatura y de la campaña: Alemania está en el buen camino porque s u economía es robusta pese a la crisis europea y global , porque crea puestos de trabajo y porque el Estado ingresa tantos impuestos como nunca antes lo había hecho. No en vano, Merkel llegaba al debate con viento a favor gracias al anuncio de hace unas semanas de que la economía alemana creció un 0,7 por ciento durante tercer trimestre del 2013.

Oportunidad perdida para Steinbrück

Steinbrück, por su parte, esperaba dar anoche un golpe de efecto a su floja campaña , marcada por ciertas salidas de tono. Nada mas lejos de la realidad: al líder socialdemócrata se le notaron los nervios al comienzo del duelo, que él mismo abrió, y dejó escapar la oportunidad de recortar un par de puntos de la ventaja de su rival con un estilo más incisivo y directo.

El candidato socialdemócrata no dio sorpresas en el discurso desplegado durante el debate: el principal rival de la canciller defendió las reformas introducidas hace más de una década por el excanciller socialdemócrata Gerhard Schröder y aseguró que la ya mítica Agenda 2012 fue necesaria para mantener la competitividad de la economía alemana. Sin embargo, apostó por revisar sus efectos negativos, como la precarización de ciertos sectores del mercado laboral o la persistente inexistencia de un salario mínimo interprofesional. «Es cierto que Alemania ha creado empleo, pero también ha reducido el volumen de trabajo. Además, tenemos unos de los sectores de sueldos bajos más grandes de Europa», dijo Steinbrück, quien también criticó la «fallida» política de austeridad de Merkel en la crisis de deuda europea, con menciones directas a España y Grecia .

El espionaje, asunto delicado

El único momento en el que Merkel se vio acorralada fue cuando el showman televisivo Stefan Raab introdujo el espinoso asunto del espionaje masivo de los servicios secretos estadounidense en suelo alemán: a la pregunta de si la canciller sabía que la NSA acumuló ilegalmente durante años datos de ciudadanos alemanes, la canciller intentó salir de la emboscada asegurando que los servicios de espionaje de «todos los países» recaban informaciones. No obstante, Steinbrück, no supo sacar partido de la debilidad mostrada por la canciller.

Una estadística lanzada por una de las presentadoras resume el debate de anoche: el 76 por ciento de los alemanes están contentos e incluso muy contentos con su situación financiera . Un dato que parece remachar lo que hasta ahora dicen todas las encuestas de intención de voto: más allá de lo ocurrido en el debate televisivo de esta noche, que efectivamente fue un mero trámite, Merkel ganará cómodamente las elecciones federales del próximo 22 de septiembre.

La pregunta que sigue abierta es con quién gobernará. Tal vez incluso su rival anoche se siente en el próximo gabinete de ministros alemán si los resultados de los liberales, actuales socios de Merkel, no bastan para reeditar la actual coalición liberal-conservadora que actualmente gobierna Alemania.