Castro hacía comer pastel de cumpleaños en los aniversarios de los secuestros

Ese día les servía cena y un pastel con el que ellas debían festejar su «nuevo nacimiento», de acuerdo con el informe policial que recoge los testimonios de Berry, DeJesus y Knight

Castro hacía comer pastel de cumpleaños en los aniversarios de los secuestros efe

emili j. blasco

Ariel Castro hacía celebrar a sus cautivas los aniversarios de sus secuestros. Ese día les servía cena y un pastel con el que ellas debían festejar su «nuevo nacimiento», de acuerdo con el informe policial que recoge los testimonios de Amanda Berry, Gina DeJesus y ... Michele Knight . Era un modo de tortura psicológica para recordarles que sus vidas dependían completamente de él y debían olvidar completamente sus años fuera de la casa en la que estaban retenidas.

Castro secuestró a las tres, entre 2002 y 2004, con los trucos habituales de quienes protagonizan ese tipo de raptos: el engaño del amable ofrecimiento de llevarlas en el coche a casa. A Amanda se le acercó cuando salió de trabajar de Burguer King, el día antes de cumplir 17 años.

El hombre entabló conversación diciéndole que su propio hijo trabajaba en ese establecimiento, y se ofreció para llevarla a su casa. A Gina, que era compañera de clase de una de las tres hijas del secuestrador, Castro le dijo que podía acercarla en coche a ver su amiga. Con Michele también usó de su simpatía para proponerle un rápido trayecto en coche hasta su casa, pues le venía de camino.

El pasado lunes, Castro pidió un cortacésped a un vecino y marchó a casa de su madre para arreglarle el jardín. Después marchó con su hermano Onil, que vive con la madre, a tomar algo. Ambos fueron detenidos en el aparcamiento de un McDonalds, una vez Amanda logró aprovechar esa ausencia y llamar a la Policía.

Creían que era un truco de Castro

De acuerdo con la investigación, esta fue la única oportunidad que las jóvenes habían tenido de escapar, pues Castro siempre marchaba de casa dejando las puertas cerradas con llave. Esta vez cerró la contrapuerta que existe en muchas casas estadounidenses, normalmente de cristal u otro material que deja pasar la luz, pero no la puerta principal.

DeJesus y Michele temieron que esa ausencia fuera solo otro de los trucos utilizados por Castro, que durante años las había estado adiestrando, castigándolas cada vez que intentaban sacar ventaja de algún pretendido descuido suyo. Cuando los agentes entraron en la casa, Michele «corrió y se echó en brazos» de un oficial, y DeJesus «saltó en brazos» de otro, según el informe de los investigadores.

Castro hacía comer pastel de cumpleaños en los aniversarios de los secuestros

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