Un exministro británico encarcelado califica la prisión de «fascinante»

Puede ser un consejo estimulante. Los políticos pillados en falta deben perder el miedo cerval a la cárcel. Además de que un periodo obligado de reflexión puede llevarles, quizá, al arrepentimiento, es posible que, como el exministro británico Chris Huhne , llegan a encontrar en la prisión aspectos «fascinantes».

El extitular de Energía y Cambio Climático está encarcelado por obstrucción a la Justicia . La historia, contada al detalle en su día, comenzó casi como una chiquillada y terminó con una pertinaz mentira y ribetes de telenovela. Huhne endosó en 2003 una multa de tráfico a su esposa para no perder los puntos y el carnet de conducir, cuando estaba en plena lucha por el poder en el partido liberal. Años después y tras el divorcio, su exmujer se vengó contando todo a la Prensa, y luego al juez, también como acusada. El exministro fue condenado en marzo a ocho meses de cárcel por “obstrucción a la justicia”.

La revelación sobre las ventajas de la cárcel no la ha hecho Huhne personalmente, sino otro compañero de fatigas, el también exministro británico Jonathan Aitken , que cumplió en 1999 una pena de siete meses de cárcel por perjurio. En una entrevista concedida a la BBC, Aitken dijo que contactó por carta con Huhne para expresarle su solidaridad. Ambos forman parte ya de un club exclusivo y la misiva era casi obligada.

En su entrevista con la emisora británica, Jonathan Aitken contó que había enviado a su excolega un libro de salmos, y que en respuesta Huhne le dijo que había pasado ya por dos prisiones “Wandsworth y Leyhill, y las he encontrado fascinantes”, un adjetivo que el mismo receptor de la carta consideró "por lo menos sorprendente”. Al parecer, el exministro de Energía le explicó que “su vieja curiosidad periodística se había sentido motivada por esta experiencia, porque en la cárcel hay algunas historias muy buenas”.