Los tíos de Kim Jong-un, ¿el poder en la sombra de Corea del Norte?

Ambos tienen 66 años y se cree que fueron la pareja elegida por Kim Jong-il, antes de morir en 2011 , para ayudar a consolidar la autoridad de su hijo .

En este sentido, muchos expertos creen que no es casualidad que fuese su tía la que la semana pasada apareciera sentada al lado de Kim Jong-un en la sesión del Comité Central del Partido de los Trabajadores, donde el líder comunista emitió su mensaje desafiante al mundo, comprometiéndose a mantener las armas nucleares .

Era el discurso que iniciaba la semana de crecientes tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos, hasta el punto de que Gran Bretaña y Rusia llegaron a advertir de que la seguridad de las embajadas no se podía garantizar «en caso de conflicto».

Kyong-hui es a menudo la única mujer que aparece en las fotos oficiales junto a los generales y jefes del partido comunista, mientras que su marido es de sobra conocido como el confidente más cercano del fallecido Kim Jong-il, además de ocupar la vicepresidencia de la Comisión Nacional de Defensa -máximo órgano de poder de este régimen y que hasta ahora estaba dirigido por el «Querido Líder»-, y ser el enlace clave del régimen con China, cuyo apoyo es vital para el país en términos económicos.

Desde su creación en 1948, Corea del Norte ha sido un asunto familiar. Y como la «primera familia», la función más importante de los tíos de Kim Jong-un es la de la defensa de la dinastía y la de proyectar su imagen como la de una figura militar de gran alcance, capaz de controlar las posibles críticas y disensiones dentro del aparato de Gobierno.

Kyong-hui, nacida en 1946, ha sido una figura política clave de Corea del Norte durante cuatro décadas.

Por su parte, Jang Song-thaek, ya se perfilaba como el nuevo hombre fuerte de Corea del Norte a la muerte de Kim Jong-il, ya que ocupaba la vicepresidencia de la Comisión Nacional de Defensa.

Sin embargo, no estuvo siempre en la cima del régimen. Nacido el 2 de febrero de 1946 en Kagwon-do, estudió en Moscú entre los años de 1968 y 1972 y, a su vuelta, se casó con la hija del entonces presidente Kim Il-sung. Con ella tuvo una hija que estudiaba en París y se suicidó cuando se negó a volver a Pyongyang porque no quería abandonar a su novio.

Tras ocupar distintos altos cargos en el Partido de los Trabajadores y en los servicios de la seguridad nacional, Jang Song-thaek cayó en desgracia en 2004, a tenor del testimonio de destacados desertores. Dos años después, reapareció en un viaje de Kim Jong-il a China y volvió a ganarse su confianza hasta el punto de postularse como su sucesor. En abril del año 2009, fue nombrado vicepresidente de la Comisión Nacional de Defensa con la misión de facilitar la transición de poder tras la muerte del «Querido Líder».

A partir de 2011, tanto ella como su marido, Jang Song-thaek, han aparecido regularmente en las fotografías como parte de la comitiva oficial del joven Kim. Un signo que no hace sino constatar la pertenencia de ambos al círculo más íntimo del líder y su cercanía al poder. Pero, curiosamente, cuando no está ayudando a su sobrino a gobernar el país, la tía se ocupa de regir el único restaurante de hamburguesas de Pyongyang, aunque cambiando el nombre de «hamburguesa», para evitar cualquier paralelismo con Estados Unidos, por el de «carne picada y pan». Un privilegio culinario, eso sí, solo reservado a la élite de la capital norcoreana.

Otra muestra del poder de esta pareja es que en una de la últimas apariciones públicas de Kim Jong-il antes de morir se pudo ver tanto al joven Kim Jong-un, como a sus tíos, montando a caballo detrás del «Querido Líder».

Hay un tercer miembro de en esta cúpula de poder: Choe Ryong-hae. Se trata de un burócrata del partido que fue nombrado jefe de las fuerzas armadas después de que varios veteranos fueran purgados.

Estas tres figuras están tratando de transformar a Kim Jong-un en una figura nacional de gran calado como estratega militar capaz de forzar una crisis internacional. Y eso parece que ya se está viendo.