Dimite el primer ministro libanés Najib Mikati
Najib Mikati ha sido incapaz de resolver la crisis de gobierno en torno a la celebración de los comicios parlamentarios y a la renovación del jefe de las fuerzas de seguridad

El gobierno del primer ministro libanés, Najib Mikati, ha anunciado este viernes su inesperada dimisión horas después de que el propio Mikati suspendiese las sesiones del Gabinete ante la incapacidad del Ejecutivo de formar un comité que supervisase las próximas elecciones parlamentarias de junio. En su rueda de prensa Mikati también ha aducido como motivo de su dimisión las divergencias existentes entre los distintos partidos políticos en torno a la continuidad del mandato del general Ashraf Rifi, jefe de las fuerzas de seguridad, que fue rechazada por el grupo chií Hizbolá .
«Anuncio la dimisión del gobierno con la esperanza de que esto lleve a una solución» ha dicho Mikati, indicando que solo a través del diálogo nacional puede crearse ahora un gobierno de salvación.
Esta tarde, el consejo de ministros de Líbano no logró alcanzar, una vez más, ningún acuerdo sobre la formación de un comité electoral destinado a controlar los comicios del mes de junio ni sobre la continuidad de Rifi en su cargo de la que Mikati era partidario frente al rechazo de Hizbolá. Precisamente, su sucesor en el cargo iba a ser el fallecido Wissan al Hassan, asesinado con un coche bomba en Beirut el pasado mes de octubre.
Mikati explicó igualmente que en estos dos años había contemplado la posibilidad de dimitir en dos ocasiones: por las antagónicas posturas existentes en el Ejecutivo con respecto a la financiación del Tribunal Especial para el Líbano que juzga el asesinato del ex primer ministro Rafik Hariri y tras el asesinato del Jefe de la Policía al Hassan.
«Anuncio la dimisión con la esperanza de que esto lleve a una solución»
Mikati iniciaba su andadura como líder del gobierno libanés el 13 de junio de 2011, meses después de la forzada caída en desgracia del anterior primer ministro Saad Hariri. El Ejecutivo de Mikati, en el que Hizbolá y su coalición del 8 de marzo han tenido un papel predominante, se constituía en paralelo al inicio de las revueltas en la vecina Siria , un tema que ha dividido profundamente al Líbano y que ha arrojado la sombra del caos sobre un país que aún se recupera de su propia guerra civil de 1975 a 1990. La dimisión del gobierno se produce además en el segundo día de violentos enfrentamientos entre suníes y alauíes en la ciudad norteña de Trípoli.
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