INTERNACIONAL
Violaciones en comisaría, una realidad en Turquía
Una asociación documenta 366 casos de abusos en un informe, pero asegura que son solo «la punta del iceberg»
DANIEL IRIARTE
En Turquía, la posibilidad de que una mujer detenida por las autoridades sufra abusos sexuales a manos de un agente es muy real. Al menos eso es lo que se desprende del informe publicado por la Oficina de Asistencia Legal Contra la Violación y el ... Abuso en Custodia. Según este documento, un mínimo de 366 mujeres han sido agredidas sexualmente por miembros de las fuerzas de seguridad durante su arresto desde 1997, año en que la asociación comenzó a documentar estos casos. De estas, al menos 83 sufrieron una violación completa.
El informe, no obstante, solamente menciona los casos en los que las víctimas han denunciado el suceso, pero apunta que la cifra real podría ser mucho mayor. «El número de denuncias sólo refleja la punta del iceberg. Muchas mujeres prefieren no dar a conocer estos abusos debido a ciertas barreras psicológicas», asegura Leman Yurtsever, abogada de la asociación.
El estudio realizado por esta asociación indica que la gran mayoría de las agresiones -266- fueron perpetradas por agentes de policía , casi un centenar por oficiales del ejército o la gendarmería, y 17 por miembros de las fuerzas especiales. Casi todas tuvieron lugar en el este o el sureste del país. En esta región, muchos de estos abusos están relacionados con el conflicto kurdo.
Impunidad policial
En 2009, por ejemplo, una activista del Movimiento Democrático de Mujeres Libres –una organización feminista kurda de corte nacionalista- denunció haber sido agredida por cuatro agentes uniformados que se presentaron en su casa y, tras registrarla, la desnudaron y abusaron de ella. Antes de marcharse, le dijeron que «no se metiese en política respecto al tema kurdo» y que «a otras mujeres implicadas en proyectos feministas similares las iban a tratar igual», según su relato.
Hasta la llegada al poder del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Recep Tayyip Erdogan, existía incluso un vacío legal respecto a este tipo de sucesos. No se consideraba delito la violación a manos de un agente de la autoridad: simplemente, se daba por hecho que esas cosas «no ocurrían». Al reformar la legislación, el obstante, el AKP incorporó algunas de las demandas de las asociaciones feministas, tipificando, por ejemplo, este delito.
No obstante, en 2007 ese mismo gobierno aprobó un aumento de competencias y poderes policiales que, según Human Rights Watch, está en la base de muchos de estos problemas, pues permite una impunidad casi total para los agentes. Una impunidad que se extiende más allá de los tribunales, tal y como comprobó este verano el popular locutor de radio Adem Metan. En su programa «La feria de la mañana», Metan relató el caso de una prostituta rusa presuntamente violada por un comisario en una estación de policía del centro de Estambul. El asunto no sólo no fue investigado, sino que el locutor vio cómo se le multaba con 1.102 liras turcas (unos 500 euros) y su programa era cancelado por el Alto Consejo de Radio y Televisión.
Violaciones en comisaría, una realidad en Turquía
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete