Un yihadista confirma la muerte del líder de Al Qaida Abú Zeid en un bombardeo francés

Abú Zeid habría muerto «en un bombardeo aéreo francés sobre las montañas» de Ifoghas (en el noreste de Malí), y no a manos de «los chadianos», ha indicado sin revelar su identidad el citado miembro de AQMI, que suele escribir en portales yihadistas, según Sahara Medias. Niegam, sin embargo, que Belmojtar, alias «El tuerto» haya fallecido, «por la sencilla razón de que se encuentra en la región de Gao (en el norte de Malí, pero más al sur del macizo de los Ifoghas), donde sigue combatiendo al enemigo».

Poco antes, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Francia, Edouard Guillaud, había asegurado que es «probable» que Abú Zeid haya muerto en los combates del noreste de Malí, aunque rechazó confirmarlo porque no han dado con su cadáver.

En una entrevista a la emisora Europe 1, Guillaud dijo sobre el anuncio de las autoridades de Chad de la muerte de Zeid que «es probable pero no es más que probable». «No podemos tener certidumbres por ahora. Sería una buena noticia. No hemos recuperado el cuerpo», señaló el militar.

En cuanto a Belmojtar, el jefe del Estado Mayor francés se mostró todavía más prudente sobre su muerte, igualmente anunciada por los militares chadianos, que se han atribuido su eliminación. «En los foros yihadistas desde ayer aparece un cierto número de informaciones que dicen que está todavía vivo. Por eso yo soy extremadamente prudente», comentó.

Las declaraciones de Guillaud llegaron horas después de que el ministro francés de Defensa, Jean-Yves Le Drian, hubiera pedido «prudencia» y «responsabilidad» antes de confirmar la desaparición de esos dos jefes de AQMI, con el argumento de que Francia no tenía en ese momento pruebas materiales.

El almirante francés contó hoy que sus soldados tienen que afrontar en los combates del noreste de Mali a «una organización industrial del terrorismo». Precisó que se han encontrado «más de una cincuentena de escondites, en hangares o en grutas, más de una decena de talleres de fabricación incluso de bombas. En uno de esos talleres, se estaban fabricando veinte bombas artesanales».

A su juicio, esos elementos evidencian que esos grupos vivían una dinámica «expansionista» y que su organización es un fenómeno que no sólo supera el macizo de Ifoghas, donde se han replegado los combatientes de AQMI, «supera Malí, supera el Sahel».

El jefe del Estado Mayor dijo que no saben dónde tiene AQMI a los franceses secuestrados en el Sahel e insistió en que «la totalidad de las operaciones que llevamos a cabo se hacen con la idea de que podemos acercarnos a ellos». «Organizamos nuestras operaciones para estar seguros de que podemos preservarlos», concluyó.