La inquietud por los rehenes aumenta con los combates cuerpo a cuerpo en Malí

Solo el Gobierno de Chad ha confirmado hasta el momento la muerte a manos de sus militares de los terroristas Abdelhamid Abú Zeid y Mojtar Belmojtar, principales organizadores de los secuestros de occidentales. Supondría el mayor golpe asestado hasta ahora a AQMI pero se ha disparado la inquietud por la integridad de los rehenes. Ambos son argelinos pero ni Argel, ni París, que tiene a sus tropas junto a las chadianas, ni Bamako han confirmado sus muertes.«Hay que verificarlo. Es una cuestión de tiempo», reconocían este domingo fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores francés a la agencia France Presse.

Mojtar Belmojtar está «vivo, bien y liderando las batallas», según un mensaje difundido en varias web yihadistas, según informa SITE un sitio estadounidense especializado en informaciones sobre grupos yihadistas. Añade que el terrorista hará público próximamente un comunicado para confirmarlo.

Belmojtar es un profesional del secuestro que el pasado enero reivindicó el mayor ataque organizado jamás por AQMI: el asalto con la toma de rehenes de la planta de gas de In Amenas (Argelia), en la que murieron cerca de setenta personas, 37 de ellos trabajadores extranjeros.

Por su parte, el otro terrorista, Abú Zeid, habría dejado escondido en el desierto, en un punto cuyas coordenadas de GPS sólo él conocía, un tesoro de millones de euros procedente del rescate cobrado a diferentes países para liberar a sus rehenes, según cuenta la agencia mauritana Sahara Medias. Desde hace años, esos rescates son la principal fuente de financiación de la banda.

El terrorista, descrito como un buen conductor y mecánico, dominador de diversas armas y verdadero superviviente en las duras condiciones que impone el desierto, preperaría además en el momento de morir en combate nuevos secuestros, en concreto de algunos de los militares franceses que le hacían frente.

Abú Zeid habría muerto tras tender una emboscada junto a sus hombres a una columna de militares chadianos -más de veinte murieron- que se vieron obligados a pedir ayuda al Ejército francés, que bombardeó desde el aire posiciones yihadistas, informa la agencia mauritana contradiciendo la versión de las autoridades de Yamena.

Crece sin embargo la inquietud sobre el paradero del grupo de rehenes franceses que se hallaban en manos de Abú Zeid, un despiadado yihadista que ha dado muerte a los dos únicos secuestrados occidentales muertos hasta el momento en el Sahel a manos de sus captores. El británico Edwin Dyer murió en 2009 degollado porque Londres se negó a negociar un rescate. El francés Michel Germaneau fue ejecutado en 2010 tras un intento fallido de rescate de tropas galas.

Las montañas de Ifoghas, al norte de la región de Kidal y próximas a la frontera con Argelia, siguen siendo escenario de intensos choques. Los combates son casi cuerpo a cuerpo y a veces la distancia entre un bando y otro es inferior a los cincuenta metros, según fuentes del Estado Mayor francés citadas por AFP. En la zona no hay periodistas, al menos occidentales, que estén informando sobre el terreno. A lo largo del sábado, además de la muerte del militar francés, habrían sido «neutralizados» (heridos o muertos) una quincena de yihadistas, casi siempre escapando de las cuevas que les sirven de refugio.

«Francia no quiere ser el primero en efectuar este tipo de anuncio, primero porque la guerra no ha terminado y segundo por los rehenes. La no confirmación por parte de París minimiza en parte el acontecimiento. Esto permite no alimentar las ansias de venganza», entiende la especialista en terrorismo Anne Giudicelli, informa France Presse.

A 60 kilómetros al norte de Gao, la mayor ciudad del norte de Malí, también hay importantes enfrentamientos entre rebeldes y las tropas de Francia y el ejército malí. El viernes habrían muerto 50 integrantes del Movimiento por la Unidad y la Yihad en Áfroca Occidental (Muyao), próximo a Al Qaida, según fuentes militares locales citadas pos France Presse. Tampoco hay imágenes de estos hechos.