«Ven ustedes muchas series policiacas»

Pero dos factores han provocado que la historia de Mehtap haya saltado a los titulares: el hecho de estuviese, teóricamente, en un programa de protección policial, y la negligencia de las autoridades a la hora de socorrerla, a pesar de las peticiones desesperadas de su familia.

El pasado jueves, Mehtap pidió permiso a su jefe para salir antes para hacer unas gestiones con su abogado. En su lugar, terminó secuestrada por su ex marido, Volkan Civelek, del que se había divorciado unos meses antes por las constantes palizas a las que la sometía. Se desconoce si ella aceptó encontrarse voluntariamente con él, o fue secuestrada en plena calle. Tampoco importa, visto el resultado.

Una llamada del asesino

Según el relato del diario “Today’s Zaman”, Volkan llamó a la madre de Mehtap y le dijo que su hija estaba con él. La madre, alarmada, le pidió que la pusiera al teléfono. Ella gritó que estaba secuestrada y pidió ayuda. Inmediatamente, la familia se dirigió a la policía, pero esta no mostró demasiado interés en el caso. Empezaron a enviarles de un departamento a otro, alegando carecer de autorización para intervenir.

En un momento dado, en la comisaría de Ümraniye, los desesperados parientes pidieron a un agente que situasen la localización de Volkan mediante una triangulación de la señal de su teléfono móvil (una técnica, de hecho, utilizada habitualmente por la policía turca, con la que localizaron, por ejemplo, al asesino de la artista italiana Pippa Bacca en 2008 ). Pero la respuesta del agente les dejó helados: «Ven ustedes mucho “El callejón de atrás”», les dijo, haciendo referencia a una popular serie policiaca de la televisión turca.

El desenlace era, pues, inevitable. Esa noche, Volkan llamó al hermano de Mehtap, Ibrahim, y le dijo dónde encontrar el cuerpo de su hermana, en mitad de un bosque. Avisada por la esposa de Ibrahim, la policía, esta vez sí, se movilizó para buscarla. La encontraron, todavía viva, con dos disparos en la cabeza.

Otra unidad policial se ocupó de arrestar a Volkan, que se entregó sin oponer resistencia. Pero ya era tarde para Mehtap. Trasladada a un hospital, murió sin que los médicos pudieran hacer nada por salvarla.

La violencia de género, disparada

Las asociaciones feministas de Turquía vienen denunciando en los últimos años la pasividad policial y judicial a la hora de atender este tipo de denuncias. En parte, se debe al incremento de efectivos policiales pertenecientes a la cofradía ultraconservadora de Fetullah Gülen , que establece roles muy claros para las mujeres y rechaza frontalmente el divorcio y la emancipación femenina.

Además, tras la llegada al poder del islamista AKP de Recep Tayyip Erdogán, el país asiste a una explosión de violencia doméstica -el número de mujeres asesinadas en casos de este tipo pasó de 66 en 2002 a 953 en 2009, un incremento del 1.400 % -, que se explica parcialmente por la existencia de estadísticas más fiables, pero también, según los grupos feministas, por una mayor tolerancia social hacia este tipo de incidentes.