El grupo rebelde M23 continúa su avance al este del Congo y rechaza retirarse de Goma
La toma de este emplazamiento estratégico obliga ahora a las partes en conflicto a negociar con la milicia tutsi «a la baja»
EDUARDO S. MOLANO
Partida de cartas en República Democrática del Congo . El grupo rebelde M23 ha rechazado en las últimas horas los llamamientos realizados desde la comunidad internacional para retirarse del enclave estratégico de Goma, mientras continúa su avance armado al este del país.
Desde la toma de la capital de Kivu Norte el pasado martes por la milicia tutsi , los combates se han recrudecido en las localidades de Sake , así como en Mushaki y Kilolirwe .
Sin embargo, mantener su posición de fuerza en Goma resulta más importante para los rebeldes que la toma de cualquier ciudad futura. Primero, porque su captura ha supuesto una humillación tanto a las fuerzas armadas congoleñas como al contingente de «cascos azules» desplazados a la región (según confirmaron a ABC fuentes del propio Ejército, al menos medio millar de soldados pertenecientes a las fuerzas de seguridad -entre soldados y policías- ya han desertado para unirse al M23). Y segundo, porque su emplazamiento estratégico (ruta del comercio de los minerales y en frontera directa con Ruanda) obliga a las partes en conflicto a negociar con los rebeldes «a la baja».
Goma, ciudad estratégtica
El miércoles, los ministros de Exteriores pertenecientes a la región de los Grandes Lagos exigieron a los milicianos abandonar Goma y detener su avance. En contrapartida, el presidente congoleño, Joseph Kabila , se comprometió a investigar sus «quejas» . «Nos quedaremos en Goma a la espera de las negociaciones», sentenció entonces Jean-Marie Runiga, líder del brazo político del movimiento rebelde . Su confianza era evidente. A principios de abril, decenas de excombatientes del grupo armado Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo abandonaban las fuerzas estatales para generar un nuevo movimiento denominado M23 (en honor a los acuerdos del 23 de marzo de 2009).
Por entonces, los rebeldes reconocían que su huida tan solo era debida a las «inhumanas» condiciones de vida que sufrían en el Ejército (donde habían sido integrados conforme al tratado de paz), así como al impago de salarios. Y ahora su fuerza parece ganar en número. En las última semana, las estimaciones más fiables cuantifican hasta en 2.000-2.500 el número de rebeldes operativos (sin tener en cuenta nuevas deserciones). En sus inicios, apenas eran 300-700.
Unos pobres cifras que contrastan con la ola de terror dejada a su paso. Ayer, la Cruz Roja congoleña anunciaba la recogida de al menos 31 cadáveres en las calles de Goma . Solo diez de ellos correspondían a militares. El resto tan solo eran civiles.
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