La respuesta al misterio histórico, ¿estaba Juana de Castilla loca o secuestrada?

Juana fue una niña seria, introvertida y muy inteligente a la que su súbito enamoramiento de Felipe de Borgoña, su marido flamenco, despertó problemas psicológicos latentes. Sus celos hacia las damas flamencas le llevaron a agredir a las mujeres más descaradas y a romper objetos. En esa situación de aislamiento, empezó a olvidarse de pagar a sus servidores y se quedaba con la mirada fija en el vacío de forma recurrente. Su actitud hubiera sido indiferente para España, sino fuera por la cadena de muertes que, de pronto, la convirtió en Reina.

Su marido, un auténtico maltratador psicológico, la forzó no solo a aceptar la Corona castellana, sino a hacerlo en oposición a su padre Fernando. No obstante, el reinado de Felipe I duró apenas unos meses y, a su muerte, Juana deambuló durante meses junto al cadáver de su marido mostrando a todos los presentes sus problemas mentales. Sin preguntarse si era un estado transitorio o no, Fernando decidió internar a su hija en Tordesillas, donde permaneció 46 años de cautiverio. Los delirios fueron a más.

Guion y producción: César Cervera.

Edición: Laura Odene y Patricia Antón.

Locución: Andrea Carrasco, César Cervera, Jesús García Calero, Patxi Vergara, Carolina Mínguez y Laura Odene.

Colaboración: Alfredo Alvar, historiador e investigador del CSIC.

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