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ABC Cultural

La deuda de los vascos con el sobrino de Napoleón: el Príncipe Bonaparte que descifró algunos misterios del euskera

A mediados del siglo XIX, Luis Luciano Bonaparte no solo hablaba a la perfección el vasco, sino que estudió, recopiló y clasificó decenas de dialectos en una labor elogiada por los principales lingüistas de la época y que estuvo vigente hasta 1998

Luis Luciano Bonaparte, en una imagen tomada en la segunda mitad del siglo XIX, poco después de inventarse la primera cámara fotográfica
Israel Viana

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«Pocos hombres se han dedicado con más ahínco que Luis Luciano Bonaparte al estudio del euskera, y ninguno le ha igualado, si se exceptúa tal vez al señor Jesús María de Azkue, en la penosa e ingrata labor de recoger hechos y materiales ... lingüísticos que pudieran más tarde servir de base a ulteriores trabajos». Así se refería el lingüista vasco Julio de Urquijo, en 1908, al sobrino de Napoleón Bonaparte, Luis Luciano Bonaparte, que pasó su infancia en Inglaterra durante la época de máximo esplendor de su tío y que acabó convertido en uno de los máximos expertos en la lengua vasca.

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