No tires el pan duro: este simple gesto hace que recupere su textura crujiente

Gracias a un truco viral en TikTok, cada vez más personas están descubriendo cómo recuperar el pan duro de forma rápida y sin necesidad de tirarlo. Es una técnica que no requiere utensilios especiales ni ingredientes extraños, sólo papel de horno, un poco de agua, calor y unos minutos de paciencia.

Lo primero que debes hacer es mojar una hoja de papel de horno con agua del grifo. Luego, escúrrela bien para que quede húmeda pero no gotee. A continuación, envuelve el pan duro con ese papel húmedo y colócalo directamente en la freidora de aire o en el horno precalentado a 180 °C.

Hornea durante unos 10 minutos. Al sacarlo, el papel estará seco y el pan habrá recuperado su crujiente característico por fuera, con una miga tierna y agradable por dentro. Un gesto simple y eficaz que transforma un pan aparentemente perdido en un acompañamiento perfecto para cualquier comida. La textura final es tan buena que cuesta creer que ese pan estaba a punto de ir a la basura.

Este truco es especialmente útil en hogares donde se consume pan a diario y a menudo sobra. En lugar de desperdiciar el pan sobrante de un día para otro, puedes guardarlo y, justo antes de comerlo, aplicar este sencillo método para disfrutarlo como si fuera recién comprado.

Y si eres de los que suele congelar el pan, toma nota del truco de GURMÉ para descongelar el pan y que parezca recién hecho.

Este truco funciona muy bien con pan de corteza gruesa o artesano, como el pan de pueblo casero, aunque también puede mejorar panes más blandos.

Si el pan es muy grande, puedes cortarlo por la mitad antes de envolverlo para que el calor penetre mejor.

No uses microondas: ablanda el pan pero no consigue que quede crujiente por fuera.

Para dar un toque extra de sabor, puedes frotar el pan con un poco de ajo antes de hornearlo, obteniendo un delicioso pan de ajo casero, o espolvorear con hierbas aromáticas como orégano o tomillo.

Reutilizar el pan duro no solo es práctico, también es un gesto sostenible. Aprovechar los alimentos al máximo reduce el desperdicio alimentario y fomenta un consumo más responsable. Además de este truco, recuerda que el pan duro también sirve para preparar picatostes, sopas, migas o pan rallado casero. Pero si quieres seguir disfrutándolo tal como era el primer día, ahora sabes cómo devolverle la vida con un solo gesto.

En definitiva, recuperar el pan duro es más fácil de lo que parece. Solo necesitas agua, papel de horno y unos minutos de calor. Un pequeño gesto que no solo mejora tus comidas, sino que también te ayuda a cuidar del planeta y de tu bolsillo.