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Ni sal ni vinagre: la especia que los cocineros ponen en las ensaladas para que tengan más sabor y que nadie usa

Toma nota de por qué la pimienta es ese ingrediente que no debe faltar en estas elaboraciones

La pimienta da un toque diferente a nuestras ensaladas GURmÉ
Esperanza Fuentes

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Cuando pensamos en aliñar una ensalada, casi siempre recurrimos a los clásicos: sal, vinagre y aceite de oliva. Sin embargo, hay una especia que puede marcar la diferencia en sabor y que muchos pasan por alto: la pimienta.

Aunque es habitual en otras elaboraciones, como por ejemplo en el solomillo a la pimienta o en el arroz basmati con pimienta, esta especia rara vez se asocia con el aliño de una ensalada. Sin embargo, cada vez más cocineros profesionales coinciden en que un toque de pimienta recién molida puede realzar los sabores de los ingredientes frescos, aportar complejidad y dar un toque especiado que transforma un plato sencillo en algo inolvidable.

Por qué deberías probar la pimienta en tus ensaladas

La pimienta no sólo da sabor, sino que potencia los matices de cada ingrediente sin enmascararlos. A diferencia de la sal, que puede resecar o dominar el gusto de verduras más delicadas, o del vinagre, que puede resultar demasiado ácido, la pimienta aporta calidez, picor moderado y profundidad.

La pimienta es una de las especias más populares en gastronomía GURMÉ

Funciona especialmente bien en ensaladas con base de hojas verdes, tomates maduros, aguacate o frutas frescas como la fresa o la naranja. En estos casos, una pizca de pimienta negra molida justo antes de servir consigue equilibrar dulzor, acidez y frescura.

Cómo utilizar la pimienta correctamente

Lo ideal es usar pimienta negra recién molida para aprovechar todo su aroma. Puedes espolvorearla sobre la ensalada justo antes de servir o incluirla en la vinagreta junto con el aceite y el zumo de limón o vinagre suave. Incluso puedes experimentar con otras variedades como la pimienta rosa (más dulce) o la verde (más afrutada) para combinar con ingredientes específicos.

El truco está en no excederse. Una ligera molienda sobre los ingredientes basta para realzar el conjunto sin tapar otros sabores. Y si quieres un efecto más elegante, prueba a mezclar pimienta con un toque de miel o mostaza en el aliño para conseguir una mezcla equilibrada y sofisticada.

Un gesto sencillo con mucho impacto

Incorporar la pimienta en tus ensaladas es un cambio pequeño que puede tener un gran impacto. No sólo aumentarás el sabor sin necesidad de abusar de la sal, sino que también aportarás un toque de originalidad a tu cocina diaria. La próxima vez que prepares una ensalada, deja a un lado la rutina y déjale espacio a la pimienta: descubrirás un nuevo nivel de sabor que probablemente no habías imaginado.

Y no se trata solamente de sabor. La pimienta también tiene propiedades digestivas y antioxidantes, por lo que añadirla regularmente a tus comidas puede contribuir a una alimentación más saludable. Un pequeño gesto que marca la diferencia tanto en el paladar como en el bienestar.

En un momento en el que buscamos opciones más naturales y menos procesadas para aliñar nuestros platos, la pimienta se posiciona como una alternativa versátil, sencilla y cargada de beneficios. Un clásico de la cocina que merece redescubrirse también en el universo de las ensaladas.

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