Wok de pollo con pimientos, zanahoria, calabacín y salsa de jengibre y sésamo

Mezcla en un bol la salsa de soja, el aceite de sésamo, la miel, el jengibre rallado, la lima y las semillas de sésamo. Reserva.

Calienta un wok o sartén amplia con una cucharada de aceite.

Añade el pollo ya salpimentado y saltea a fuego vivo 3–4 minutos, hasta que esté dorado por fuera y jugoso por dentro. Retira y reserva.

En el mismo wok, añade otra cucharada de aceite.

Incorpora el ajo picado, las zanahorias en tiras finas (tipo bastón), los pimientos en tiras y el calabacín en medias lunas.

Saltea todo a fuego alto 5–6 minutos, removiendo constantemente para que queden al dente y con color.

Vuelve a añadir el pollo al wok con las verduras.

Agrega la salsa de jengibre y sésamo, mezcla bien y cocina 2 minutos más para que se integren los sabores.

Sirve caliente, espolvoreando con un poco más de sésamo tostado por encima.

Opcional: puedes acompañar este plato con arroz basmati, arroz integral o noodles.