Recetas con nata para cocinar platos salados
Aporta textura y sabor a tu comida preparando estas recetas con nata para cocinar platos salados
La nata para cocinar es un producto muy versátil en la gastronomía. Aunque puedes utilizarla para casi todo, en este caso, hemos apostado por 10 recetas con nata para cocinar platos salados .
La nata es un alimento derivado de la leche que ... aporta a las recetas de cocina textura y sabor . Su cremosidad y untuosidad nos servirá para darle un toque muy especial y característico a nuestros platos.
Sólo tienes que elegir la receta ideal para cada momento. Porque las posibilidades son múltiples. Con nata puedes hacer cremas, rellenos, salsas, gratinados, pasteles… De todo. Y nos referimos a platos salados porque, aunque también se pueden hacer platos dulces, para eso contamos con otro producto específico: la nata para montar . No debes confundirlas.
Nata para cocinar vs nata para montar
Aunque podamos pensar que todas las natas son iguales, no es así. Como hemos dicho, existe la nata para cocinar y la nata para montar. Ambas son productos derivados de la leche y, aparentemente, pueden parecer iguales. Pero la principal diferencia entre ellas es la cantidad de materia grasa que contienen.
La nata para cocinar o nata líquida tiene un bajo contenido en materia grasa , que suele estar entre el 15 y el 18% . Nos aporta unas 190 kcal. por cada 100 gramos. En esos 100 gramos encontraremos unos 18 g. de grasa, 2,5 g. de proteínas y 5 g. de hidratos de carbono. Esto hace que sea una nata ligera y líquida, de un color blanco aunque ligeramente amarillento.
La nata para cocinar se suele utilizar para elaborar salsas, gratinados y como espesante en algunos platos.
Por su parte, la nata para montar tiene un contenido graso mayor . Debe ser de, al menos, el 35% para que podamos montarla. Aunque podemos encontrar nata para montar con un contenido graso de hasta el 50%. Se trata de la llamada doble nata.
Con un 38% de materia grasa, la nata para montar nos aporta unas 360 kcal. por cada 100 gramos. En esa cantidad encontraremos unos 48 g. de grasa, 2,7 g. de proteínas y 1,8 g. de hidratos de carbono.
La textura de la nata para montar es más espesa y se utiliza, principalmente, para elaborar postres . Pero ésta no es su única utilidad. También la podemos usar como sustituta de la nata para cocinar, siempre que no esté montada.
Propiedades de la nata para cocinar
En este caso, nos vamos a centrar en la primera para hacer recetas con nata para cocinar platos salados. Y es que la nata para cocinar debe ser un indispensable en nuestra despensa . Como la harina o la levadura, por ejemplo, siempre nos sacará de más de un apuro.
Sus principales propiedades son su ligereza y su versatilidad . Pero también su cremosidad, suavidad, sencillez… Todas estas características aportarán un plus a nuestros platos. Y siempre con moderadas calorías , ya que, como hemos comentado, el aporte calórico de la nata para cocinar es mucho menor que el de la nata para montar.
Además, al tratarse de una grasa de origen animal, la nata es muy rica en vitamina A y también aporta abundantes cantidades de vitaminas D, E y K . A todo ello se suman minerales como el calcio, el zinc, el sodio, el potasio o el fósforo .
Eso sí, al ser una grasa, cuenta con altas dosis de ácidos grasos saturados y un alto poder calórico . Así que su consumo debe hacerse con cautela.
Pero siempre hay alternativas para quienes no deben consumir mucha nata. Para aquellas personas que deseen cuidar de manera más especial su dieta, existen natas ligeras , con menor cantidad de materia grasa, especialmente para cocinar. También podemos elegir una nata de origen vegetal , elaborada básicamente con soja, aunque su textura es diferente a la nata de origen animal.
Otra opción es complementar el menú tomando recetas con nata junto a otros platos más ligeros. Como ejemplo, aquí tienes 20 recetas con verdura para comer sano o 10 recetas de pescado fáciles y sanas para cuidarte .
Qué platos hacer con nata para cocinar
Ya hemos hablado de la versatilidad de la nata. Se pueden hacer recetas con verduras y nata para cocinar . También con nata y carne o pescado . Y, sobre todo, son muy famosas las recetas con pasta y nata . Las opciones son muchas. Se pueden hacer recetas saladas con nata de todo tipo.
Por ejemplo, podemos hacer pasteles o quiches , donde la nata es un ingrediente más. Pero también platos de carne o pescado en salsa en los que la nata tiene un mayor protagonismo. Sin olvidarnos de los gratinados , donde la nata jugará un papel muy importante.
Recetas con nata para cocinar fáciles
No hay que ser un auténtico maestro de la cocina para elaborar recetas con nata. Hay multitud de recetas con nata para cocinar fáciles . Sólo hay que seleccionar bien la combinación de ingredientes y, ¡manos a la obra!
Como ejemplo, te proponemos 10 recetas con nata para cocinar platos salados que no te supondrán mucho esfuerzo. Son ideales para servir a tus comensales tanto en ocasiones especiales como en el día a día.
1
Quiche de salmón y espinacas
La nata, los huevos y el queso son los ingredientes básicos para hacer una quiche. Se trata de una tarta salada a la que puedes incorporar una gran cantidad de ingredientes. Sólo tienes que pensar la combinación perfecta de sabores.
Todos estos ingredientes componen el relleno que se coloca sobre un molde forrado con una masa. El horno hará el resto.
En este caso, te proponemos un rico pastel salado con salmón y espinacas como productos principales. Una combinación de pescado azul y verdura de lo más sana y nutritiva. El salmón aporta ácidos grasos omega-3 y las espinacas, antioxidantes. Ambas sustancias son muy beneficiosas para nuestro organismo.
2
Rodaballo con nata y sidra
La textura suave de la nata se hace protagonista en este plato donde el pescado también adquiere relevancia. A ello se suma el delicioso toque de la sidra, que hace de esta combinación un plato muy sugerente.
El rodaballo es un pescado blanco que soporta muy bien todo tipo de cocciones. Además, es un pescado ligero, muy suave y digestivo. Estas propiedades ayudarán en la mezcla con la nata, que podría hacer este plato algo más pesado.
Este pescado es rico en vitaminas, sobre todo, del grupo B, y sus proteínas son de alto valor biológico. En definitiva, un producto muy saludable que no debemos dejar en el olvido.
3
Tollo al horno
Seguimos con el pescado como protagonista de nuestras recetas con nata para cocinar platos salados. En este caso, hemos elegido el tollo para preparar un plato típico de la gastronomía de las Islas Canarias.
Este tollo se cocina de manera muy sencilla, con nata, un ingrediente que sumará cremosidad a la receta. Además, al estar gratinado con queso, la capa final crujiente sumará otra textura a la combinación del pescado con la nata.
El tollo es una pescado de la familia de los tiburones. Se caracteriza por su bajo contenido graso y por su aporte de proteínas de alto valor biológico.
4
Solomillo de ternera con salsa de roquefort y champiñones
Ahora pasamos a los platos de carne con nata. Una combinación que siempre triunfa. Y lo hacemos con todo un clásico: solomillo con salsa de roquefort. Aunque ya sabemos que este acompañamiento no es apto para los paladares más sensibles, porque el intenso sabor de este tipo de queso no agrada a todo el mundo.
Nos encontramos ante un plato contundente, ya que tanto el queso como la nata aportan grasas y calorías al plato. Así que debemos consumirlo con moderación.
Sin embargo, el solomillo de ternera equilibra un poco la mezcla, ya que se trata de una carne poco calórica. Y combina a la perfección con la cremosidad de la nata, porque, al ser poco grasa, podría quedar seca si no le incorporamos ingredientes más jugosos.
El resultado final es un bocado exquisito que podemos servir como plato principal sin dudas de equivocarnos con la elección del menú.
5
Quiche de espinacas y bacon
Volemos con otra quiche. En este caso, los ingredientes protagonistas son las espinacas y el bacon, que casan a la perfección. Sólo hay que cocinarlos adecuadamente para que el resultado final sea todo un éxito.
Además, es una opción muy recomendable para ofrecer a los más pequeños de la casa. Los peques siempre sin reacios a tomar espinacas, así que, apuesta por este plato y acertarás.
El aporte calórico de la nata o el bacon se contrarresta con los múltiples beneficios que nos ofrecen las espinacas. Estas verduras nos aportan sustancias beneficiosas para la salud. Ejemplo de ello son la vitamina K, el calcio y el hierro.
6
Pechugas de pollo encebolladas con beicon y nata
Aquí tienes una opción más para cocinar la pechuga de pollo de una forma que quede jugosa y sabrosa. Y es que la combinación de esta parte del ave con la nata es una jugada ganadora.
Eso sí, siempre puedes optar por hacer esta receta con otra pieza del pollo. Aportarás más jugosidad al plato, ya que la pechuga es la parte más seca.
Además, con la cebolla y el beicon este plato adquirirá un color y un sabor espectacular. La mezcla es muy sabrosa. No dudes en probarla. No te arrepentirás.
7
Macarrones con conejo y nata
Tampoco podía faltar la pasta en esta lista de recetas con nata para cocinar platos salados. Y es que se trata de un tándem de sobra conocido que hace las delicias de la mayoría de los comensales. Nada mejor que una buena salsa a base de nata para dar cremosidad a un plato de pasta.
En este caso, cocinamos los macarrones con una carne muy sabrosa y saludable. Se trata del conejo, un animal con poca grasa y que nos aporta proteínas de alto valor biológico. Combinado con la pasta y la nata, es el bocado ideal para que los más pequeños se atrevan con este perfecto sustituto del pollo.
Un buen sofrito es la base de esta receta, que hará que la pasta adquiera todos los sabores del resto de ingredientes. Así que, si todavía no la has probado, ¡no esperes para prepararla!
8
Tagliatelle con nata y gambas
De la pasta con carne pasamos a la pasta con marisco. Otro dúo que siempre triunfa. Eso sí, sin dejar nunca de lado nuestro hilo conductor: la nata. Porque este ingrediente será el que unifique texturas, sabores y haga de esta receta un plato redondo.
La preparación es muy sencilla. Sólo hay que cocer la pasta y, mientras tanto, preparar las gambas. Te llevará poco tiempo. Y no olvides añadir la guindilla. Será el toque ideal para rematar este apetecible bocado.
Al añadir la nata conseguiremos un plato rico y cremoso que nadie podrá rechazar.
9
Pastel de calabaza, champiñón y nueces
Esta receta es otra idea perfecta para preparar un delicioso pastel salado. Sus protagonistas: la calabaza, el champiñón y las nueces. ¿Qué te parece esta combinación? La mezcla de sabores es espectacular.
Pero, ¿cómo unificamos todos estos ingredientes en un solo plato? La respuesta es sencilla. Una pista: la nata es el secreto. Aunque el trabajo no lo hará ella sola. El huevo hará que este pastel cuaje para conseguir un bloque sabroso, cremoso y muy apetecible.
Pero, si no te convence esta mezcla que hemos preparado, no te preocupes. Siempre puedes añadir las verduras u hortalizas que más te gusten. Nuestro consejo: elige productos de temporada. Así podrás hacer distintas versiones de este pastel a lo largo de todo el año.
10
Tarta de cebolla
Terminamos nuestra lista de 10 recetas con nata para cocinar platos salados con una deliciosa tarta. Como no podía ser de otra manera, se trata de una tarta salada. En este caso, tiene la cebolla como ingrediente principal. Aunque es cierto que este tubérculo no suele ser el ingrediente principal de una receta, en este caso, su protagonismo le dará un sabor muy especial al plato.
Por su parte, la nata vuelve a ser el hilo conductor, junto con el huevo, de esta sabrosa mezcla. Son los ingredientes perfectos para conseguir un bocado compacto pero, a la vez, jugoso y cremoso.
Además, esta receta nos aporta todos los beneficios de la cebolla. Este ingrediente funciona como protector del sistema cardiocirculatorio, es antitrombótico, antihipercolesterolémico y diurético.
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