Silvia Bronchalo, desaparecida en vísperas conocerse el destino de Daniel Sancho

Desde su ingreso en prisión, Daniel Sancho no ha recibido más visita que la de sus padres y sus abogados. Apenas ha salido del centro penitenciario para recorrer en un furgón los cinco minutos que separan la prisión del Tribunal Provincial de Samui, donde se celebró su mediático juicio el pasado mes de mayo.

En este tiempo, no solo la vida de Daniel Sancho ha dado un giro radical, sino también la de sus padres. Rodolfo Sancho ha sido la cara pública de su hijo ante los medios de comunicación, muy a su pesar y con alguna que otra tensión. El actor se ha responsabilizado de la defensa del joven y ha hablado con la prensa en momentos muy puntuales.

Su madre, Silvia Bronchalo, evidenció muy pronto los desacuerdos y mala relación con el padre de su único hijo. No tienen contacto y solo se hablan para en momentos muy puntuales relacionados con su hijo.

En su día, Silvia Bronchalo se trasladó durante más de un mes a Tailandia para estar junto a su hijo, pero algo no salió bien. La relación se enfrió de tal manera que el propio Daniel eligió a su padre para hacerse cargo de su defensa.

Desde entonces, y salvo su discreta y breve presencia en el mediático juicio vivido el pasado mes de abril, nada se sabe del paradero de Silvia Bronchalo. Apenas quedan diez días para que el tribunal haga pública la sentencia y no se saben más que el penalista Marcos García-Montes visitará a Daniel Sancho en los días previos.

Bronchalo siempre se ha mantenido al margen de todo. A su discreción habitual se une sus desavenencias con el actor y, según ha trascendido, con su propio hijo. Se ha mantenido en silencio y actualmente se desconoce su paradero actual. Unos dicen que ha pasado largas temporadas en Tailandia para poder visitar a su hijo en prisión y otros aseguran que no se ha movido de Madrid, donde no se la ha visto.

Se cree que sus padres estarán junto a él durante la lectura de la sentencia, al igual que permanecieron a su lado durante el juicio, pero este es un extremo que todavía no se ha confirmado.

La Fiscalía mantiene que Sancho premeditó el asesinato y además le acusa de ocultación del cadáver tras descuartizar a la víctima y de robar el pasaporte de Edwin Arrieta. De estos cargos, Daniel Sancho solo ha aceptado el descuartizamiento del cuerpo, cuyos restos fueron encontrados en diferentes lugares de Koh Phangan, muchos de ellos en el mar.

De ser hallado culpable de asesinato premeditado, podría ser condenado a la pena de muerte, castigo que Tailandia apenas aplica y que la Justicia del país asiático suele conmutar o rebajar. En caso de que la condena final sea superior a 15 años de prisión, Sancho tendría que ser trasladado a una prisión de mayor seguridad en Tailandia.