La hija de Rocío Carrasco y Antonio David, Rocío Flores, se ha sometido a varias operaciones y retoques estéticos. Después de su paso por 'Supervivientes', donde consiguió quitarse unos 20 kilos, la influencer empezó a hacerse todo tipo de retoques. Tuvo que operarse el pecho a consecuencia de la pérdida de peso tan brusca.
Es fan del botox y el ácido hialurónico a los que recurre a menudo para retocarse la frente y 'las patas de gallo'. También se inyecta ácido en los labios para darles hidratación y volumen. Se ha hecho microblading en las cejas para darles forma y definirlas. Se hizo una bichectomía para afinar su rostro y por último se hacía una lipoescultura para terminar de dar forma a su cuerpo.
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