Jorge Javier Vázquez se pronuncia alto y claro sobre Raquel Sánchez Silva

Esta semana, en su columna semanal en la revista 'Lecturas', habla de cómo llegó el programa de supervivencia a su vida: «Recuerdo cuando me llamó Paolo Vasile a su despacho, allá por el 2011, para comunicarme que iba a presentar 'Supervivientes'. Él me lo ofreció como un maravilloso regalo, pero yo no sabía donde meterme. Sinceramente, no era un entusiasta seguidor del formato». Aún así, depositó todas sus esperanzas en los famosos que se adentraban en la aventura: «Recuerdo que solo pude musitar 'A ver que tal es el casting'». Y pese a que se fue de esa reunión «acongojado», se dio cuenta, con el paso de las semanas, de «lo equivocado que estaba».

«La edición fue apoteósica. Kiko Rivera y Rosa Benito entre los concursantes», señala Jorge Javier Vázquez. Aunque si algo guarda con especial cariño es que Isabel Pantoja llamase por teléfono a su primogénito cuando este estaba a punto de abandonar el reality show. También que con su regreso a España, la tonadillera acudiera a recibir a su hijo al plató. Algo que provocó que se rompiera una «época de fortísimos desencuentros entre la cantante y Mediaset». En su opinión, aunque la relación entre la cantante y el grupo de comunicación vaya por épocas, «siempre he sostenido que Mediaset e Isabel Pantoja están condenados a entenderse. Con ella no me llevo desde hace la tira, pero estoy convencido de que nos volveremos a encontrar». «Tenemos una colaboración profesional pendiente. Nuestro propio 'reality'», añade.

En su primera edición como presentador de 'Supervivientes' coincidió con Raquel Sánchez Silva, a la que guarda gran cariño: «Fue una compañera extraordinaria que se convirtió en una querida amiga. La audiencia se enamoró al instante de ella». Después, estuvo Lara Álvarez, que, durante ocho años, «dictó cátedra desde Honduras. Todo lo que pueda escribir sobre ella se queda corto, La admiro, la quiero y le quedan por escribir muchísimas páginas en la historia de nuestra televisión». En la última edición, que ganó Bosco Martínez Bordiu, estuvo desde el otro lado del charco Laura Madrueño. «Se entrega con entusiasmo, traspasa la batería y tiene una risa contagiosa. He tenido mucha suerte con mis tres compañeras».