Isabel Pantoja y Julián Muñoz: la historia de un romance de poder y una ruptura infame

Ni siquiera hoy se sabe explicar con certeza qué llevó a ambos a formalizar una relación como aquella. Sí se conoce que Julián Muñoz estuvo perdidamente enamorado, casi hechizado, durante un largo tiempo. Por el contrario, mil incógnitas surgen en torno a Isabel Pantoja. ¿De verdad le quiso? ¿Fue cuestión de poder e influencia? ¿O fue simplemente dinero?.

La relación entre tan turbulentas personalidades fue complicada ya desde el principio. Poco después de finalizar su relación con Diego Gómez, en 2003, la cantante comenzó a salir con Julián Muñoz, que ya entonces era el poderosos alcalde de la desenfrenada Marbella que él había ayudado a construir.

El antiguo camarero, reconvertido en el hombre más poderoso de la ciudad, estaba casado entonces con Mayte Zaldívar, su fiel compañera de travesías desde sus inicios más modestos como cocinera del establecimiento de su marido. Fue el 28 de febrero de ese año cuando la tonadillera acudió al acto institucional de izado de bandera en Marbella con motivo del Día de Andalucía para protagonizar las primeras fotos junto a Julián Muñoz y Mayte Zaldívar.

El alcalde aludiría entonces a Isabel Pantoja como «una excelente amiga de la familia» y el 17 de marzo la artista amadrinaría un avión de la compañía Air Europa con el nombre de la ciudad, así como otros eventos promocionales. Dicen que ahí se prendió definitivamente la chispa. Días después, se les pudo ver juntos en la fiesta de La Candelaria.

Julián Muñoz estaba en un lío. «Se ha especulado mucho con este tema y se han dicho muchas barbaridades. Mi mujer no ha puesto ninguna demanda de separación, porque no tenemos intención de separarnos», diría a finales de marzo de 2003. Sentía remordimientos por su deslealtad hacia Mayte Zaldívar, pero no podía contener su pasión por su nuevo amor.

Pero para entonces, alcalde y cantante ya eran pareja, como la propia Isabel Pantoja desvelaría en el juicio del 'Caso Malaya': «Fue en el año 2003, en una Candelaria del 19 de marzo, el Día de San José. Pero esa relación no estaba consolidada, quiero dejarlo muy claro, porque él me decía que estaba separado, pero yo no me lo creía. Entonces, en El Rocío de 2003, en junio, por la mañana, antes de salir de mi casa de El Rocío, apareció con su abogado y el documento que certificaba que tenía la demanda de divorcio».

La pareja protagonizaría unas famosas imágenes en El Rocío de aquel año que no dejaron indiferente a nadie. Estaban pletóricos, ebrios de poder y pasión. Eran inseparables. Pero menos de tres años después llegaría el fin… de muchas cosas. Julián Muñoz fue detenido en 2006 y condenado a 20 años de cárcel por varios casos de corrupción urbanística investigados en la Operación Malaya, desencadenando una serie de catastróficas desdichas.

Por varias razones, tanto profesionales como personales, Isabel Pantoja no se podía permitir sugerir cualquier vínculo con el encarcelado. Apenas le visitó dos veces a prisión mientras el desdichado Julián Muñoz enviaba cartas de amor que no eran correspondidas. Y en febrero de 2009, Isabel Pantoja confirmaba en '¡Hola!' la fatal ruptura.

«Mi relación con Julián ha terminado. Ha sido una decisión muy dolorosa», aseguraba en la portada. «Llegó un momento en que pasó algo que ha sido el error más grande que Julián ha podido cometer conmigo: el mentirme. Y yo nunca he perdonado el engaño», añadía en su maestro papel de mártir.

Julián Muñoz solo pudo encontrar un mísero consuelo en forma de destino. Isabel Pantoja entraría en prisión el 21 de noviembre de 2014 por un delito de blanqueo de capitales. No sería hasta el 2 de marzo de 2016 cuando saldría definitivamente de la cárcel tras firmar la libertad condicional.

El último mensaje del exalcalde a Isabel Pantoja sería: «Cada uno en esta vida tiene que cargar con sus alforjas. Yo no sé si tiene problemas económicos o no los tiene y además, sinceramente, tampoco me interesa ni me preocupa».

Ahora, con Julián Muñoz ya fallecido, es probable que exista un suculento epílogo a esta historia. Sus últimos meses de vida los dedicó a escribir sus 'Memorias' con la ayuda de la mismísima Mayte Zaldívar, de nuevo su mujer tras un rocambolesco matrimonio celebrado en enero. El óxido nunca descansa.