La dramática situación por la que Rafael Amargo ha tenido que abandonar la huelga de hambre
La familia del bailaor teme pos su salud: «Nos tiene a todos muy preocupados»
Rafael Amargo abandonado por su abogado: «Su único interés es cuánto le van a pagar por una exclusiva»
Madrid
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Iniciar sesiónRafael Amargo (49 años) tomó la determinación el pasado 4 de enero de ponerse en huelga de hambre para protestar por su situación. En ese momento, su abogada, Ana Isabel Peña, que el bailarín está «demacrado» y en estos 10 días sin ingerir ... alimentos «ha perdido 10 kilos». Una huelga de hambre a la que se le sumó el contagio por Covid del artista pocos días después.
«Inició la huelga el día 4 y yo lo vi el 7, y ya estaba un poco demacrado», informó entonces la letrada. Además, Peña contó que en prisión cuando te declaras en huelga de hambre «te hacen firmar un formulario que si no cumples te sancionan».
Por su parte, la mujer del bailaor, Luciana Bongianino, también reveló que, aunque se estaba recuperando poco a poco, le notaba «muy delgado»: «Tiene esperanzas y ganas de salir de la cárcel», señaló a los micrófonos de Europa Press.
Juicio
Esta semana, Bongianino ha concedido una entrevista con la revista 'Pronto' en la que cuenta que el delicado estado de salud del bailaor le ha obligado a abandonar la huelga de hambre que mantenía desde hacía casi tres semanas: «Ha tenido que abandonarla por motivos de salud. En diez días perdió 10 kilos y contrajo el Covid, por lo que era recomendable que dejara el ayuno. Nos tiene a todos muy preocupados», además asegura que su abogada «está preparando nuevos documentos para llevarlos a la Audiencia Provincial de Madrid con el fin de presentar un nuevo recurso de súplica par que le concedan la libertad provisional y pueda esperar en el exterior a la celebración del juicio».
Un juicio que se celebrará entre el 8 y el 12 de abril. Acusado de un presunto delito de tráfico de drogas, el artista entró en la prisión de Soto del Real el pasado 3 de noviembre por haber quebrantado la medida cautelar que le obligaba a firmar en los juzgados cada 15 días. Ante esto, su letrada defendió que no había «motivos por los que deba estar en prisión»: «Yo diría más bien que es una estrategia diabólica. Está cumpliendo pena, cuando ni siquiera ha sido juzgado y alegan otra vez riesgo de fuga cuando nunca ha habido, puesto que él sí acudió a juicio, cosa que no hizo el otro acusado», manifestó.
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