El brutal audio de Encarna Sánchez con el que hundió a Mari Carmen y sus muñecos

Aunque en su dilatada carrera profesional también protagonizó disputas y fuertes desencuentros con algunos compañeros. Tan solo hay que echar la vista atrás y recordar las brutales declaraciones que vertió Encarna Sánchez, desde los micrófonos de COPE, contra la ventrílocua. Todo se remonta a una entrevista que realizó la conquense junto a Luis del Olmo y Doña Rogelia a Rocío Jurado. Allí, Mari Carmen cargó contra la popular periodista por boca de la marioneta: «A mí, el traje que tu llevabas, en contra de lo que dijo Encarna Sánchez, me gustó». Unas palabras que molestaron a la presentadora y por las que no tardó en pronunciarse.

«Mira Mari Carmen, ven aquí. Dedícate a poner marisquerías que van mal. Nunca he hablado del traje ni de esta señora, jamás», comenzó antes de adentrarse en un sinfín de ataques hacia su persona: «Ya me la has hecho muchas veces. Me llamas mañana, tarde y noche cuando vas a hacer un programa en televisión para que te ayude y te de ideas. Me ves y sólo te falta pedirme matrimonio porque te me tiras a los brazos con un amor y un cariño... Y luego todo eso es falso porque cuando me doy la espalda, me doy cuenta. Te estás creando fama de falsa, Mari Carmen. Y conmigo, no».

Sánchez, enfadada, prosiguió advirtiendo a Mari Carmen: «Conmigo no juegues. Tampoco hables con nadie de mí. La decadencia se lleva muy mal, pero yo no estoy en la decadencia. Yo parece que estoy debutando. A ti te queda ya un reductor, que te lo da Luis del Olmo. Nada más. A mí me quedan otras cosas que hacer y entre ellas no permitir que la gente juegue con mi nombre ni a ser doble». Así mismo, procedió a desvelar cómo era la ventrílocua en la intimidad: «A mí mucho cariño y mucho llamarme para que promocione sus negocios... Yo por saber, debo hasta callarme. Conmigo, no. Cuando la rubia se rebela, es demoledora».

Con estas palabras, Encarna dinamitó su relación con Mari Carmen. Además, le prohibió que volviera a ponerse en contacto con ella: «Procura no llamarme, que ya te he calado. Ya me lo había dicho mucha gente. Tú habla de tus tonterías y de tus gilipolleces con Doña Rogelia, pero de mí no hables, que yo soy una persona muy seria. Usted a lo suyo, a hacer reír si puede». Por último, consciente de su gran poder en aquella época y el conocimiento que tenía de lo que ocurría en la vida privada de grandes rostros de nuestro país aseveró que «si pusiéramos a cada personaje en su sitio, íbamos a ver cómo es la copla en España».