Berenice Lobatón: «No me contratan por ser 'hija de'. No me han enchufado en ningún sitio»

«Cuando me llamaron, me sorprendió porque nunca había hecho nada relacionado con la tauromaquia», destaca la joven. Y si de algo se siente orgullosa es de que apuesten por ella siendo mujer: «Es algo que me motivó porque es un mundo muy masculino». Emocionada, nos cuenta quiénes formarán parte del primer episodio, que se grabó en Sevilla hace unos días: «Es con Andrés Roca Rey. Para mí, es un buen amigo y gracias a él, como le ha ocurrido a mucha gente, entiendo mejor su mundo. Estés de acuerdo o no con su profesión, es admirable su valentía». También está Juan del Val Roca, el hijo de Juan del Val y Nuria Roca, al que considera una persona «libre y moderna». Y cuenta con la presencia de Bertín Osborne, «un gran maestro de la comunicación». «Yo quiero hablar con los toreros en clave humana, conocerles como personas», confiesa.

Lobatón quiere recalcar que las oportunidades son el resultado de su arduo trabajo: «Antes tenía una presión de demostrar que valía y que todo lo que conseguía no era por ser 'hija de'. El tiempo pone cada cosa en su lugar. Recibo oportunidades de personas que no se han visto con mis padres en la vida. No me ha enchufado en ningún sitio». Aunque esto no significa que no cuente con el apoyo de sus progenitores, quienes le aconsejaron que aceptase la propuesta de One Toro TV: «Mi padre me dijo 'hija, coge esta oportunidad porque te ayudará a desarrollarte en todos los sentidos'». Por eso, consciente de su perseverancia, intentará que no le afecten los comentarios negativos: «Las críticas constructivas las acepto, las cojo con gusto. Al final, cuando haces un programa, te debes a la audiencia y es importante saber su opinión», pero «la gente falta mucho el respeto. Intentaré abanderar el respeto. Por encima de las críticas, tienes que estar tranquilo con lo que haces y yo lo estoy».

Su pasión por la comunicación llegó cuando era tan sólo una niña: «Con nueve años fui a la radio con Isabel Gemio, leí un poema y me gustó mucho». Aunque por aquel entonces, la joven exclamaba que quería ser artista: «Yo decía que quería ser actriz, cantante... Algo relacionado con el arte, pero no periodista». No obstante, «cuando crecí, hubo un punto de inflexión en el que tenía que decidir qué quería estudiar. Empecé a pensar y me di cuenta que lo que me gustaba era escuchar y hablar con las personas. Siempre he sido muy inquieta». Por eso, en plena cuarentena, cuando se encontraba terminando segundo de bachillerato, «me lancé a hacer entrevistas a distintas personas a través de Instagram. Y me enganché. La primera fue con José Coronado. Estaba nerviosa, pero lo disfruté muchísimo». El hecho de tener que sacarse las castañas del fuego -«mis padres me dijeron que si lo quería hacer, que me buscase la vida»-, hizo que se diera cuenta de que «esto era lo mío».

Ese mismo verano, decidió trabajar en la oficina de Manuel Campo Vidal: «Aprendí muchísimo. Ahí, la vocación se me disparó completamente». Tras esto, «monté mi revista digital». «Mi sueño es dedicarme a mi profesión, me critiquen o no. Mi meta es no perder esa ilusión por mi trabajo», destaca Berenice Lobatón. La madurez con la que habla de sus sueños, la ha adquirido gracias a la educación y los consejos de sus padres: «Siempre me han apoyado. Al principio, me dijeron que era un mundo complicado y que lo que tenía que hacer era entender que cuando una persona se sienta a tu lado, te está dando la oportunidad de conocerle y contar su historia, hay escucharle desde el más absoluto respeto. Lo ideal es intentar encontrar un equilibrio entre lo que quiere transmitir y lo que busca el público. Contar historias me parece una suerte y me motiva muchísimo». Tal es su vocación que «mi corazón, ahora mismo, lo tiene mi trabajo». Aunque, entre risas, reconoce no cerrar las puertas al amor: «Estoy abierta a conocer a gente».