Anabel Pantoja, tras su accidente: «Estoy impedida. Tampoco es que esté en mi mejor momento»

Aunque 2025 ya comenzó con turbulencias para la influencer, tras ser investigada junto a su pareja por un presunto caso de malos tratos a su hija, ha sido este último contratiempo de salud el que ha puesto a prueba su resistencia emocional y física. Según ha relatado ella misma a través de su perfil de Instagram, el accidente se produjo de forma repentina: «No vi el escalón, me doblé el tobillo y caí con el codo y se me salió. Para mí fue como si se me hubiera roto, porque era un dolor insufrible. Me dolió más que el parto», confesó, visiblemente afectada.

Desde entonces, Anabel se ha visto obligada a modificar por completo su rutina, adaptándose a su nueva realidad con el brazo en cabestrillo y una movilidad limitada, especialmente complicada para alguien que depende tanto de su imagen y de su actividad constante en redes sociales. «Estoy un poco impedida y cogida de manos. Voy a grabar algo o a hacer algo y tengo un aspecto que ya veis… Ahora estoy grabando con la mano izquierda y soy una verdadera inútil. Tampoco es que esté en mi mejor momento», lamentó en una de sus publicaciones más recientes.

A esto se suma la aparición de un herpes en el labio, que ella misma también mostró en sus redes y que ha contribuido a aumentar el malestar general. Afortunadamente, el tiempo y el reposo están empezando a hacer efecto. «El herpes va desapareciendo, así que voy viendo la luz. El codo, voy teniendo un poco de movilidad. Voy viendo un poco el final del camino. Voy a mejor. El pie sigo cojeando, pero está mucho mejor», detalló, dejando claro que su recuperación avanza, aunque con lentitud.

En medio de esta situación complicada, Anabel ha buscado refugio en lo que más valora: su familia. En los últimos días se ha instalado en Sevilla junto a su madre, Merchi, con quien ha hecho varios recados y gestiones pendientes, intentando recuperar cierta normalidad. Además, ha vivido un reencuentro muy especial con su prima Isa Pantoja, con quien mantiene una excelente relación. No solo pudieron ponerse al día, sino que Anabel conoció al pequeño Cairo, el recién nacido de su prima, un momento que definió como muy emocionante: «Me enamoré nada más verle», escribió.

Lejos de venirse abajo, la influencer ha expresado su deseo de sanar y recargar energías. «Dentro de un par de días me voy a un lugar que creo que me va a sanar, me va a despejar, me va a alegrar y me va a curar hasta el codo», anunció sin querer desvelar todavía ni el destino elegido ni quién la acompañará en esa escapada que promete ser terapéutica.

Este primer verano como madre no está siendo como Anabel imaginaba. Lejos de playas paradisíacas o planes relajados, la situación ha estado marcada por el dolor, la frustración y una pausa forzosa en sus compromisos profesionales. Aun así, no ha dejado de conectar con sus seguidores y de mostrar, con sinceridad, las luces y sombras que atraviesa. «Tengo muchas cosas pendientes que publicar y cosas que contaros», aseguró, dejando claro que, aunque no esté al cien por cien, no ha perdido ni la ilusión ni las ganas de volver a sentirse bien consigo misma y con lo que hace.