Kate Middleton retrata a su suegra, Camilla Parker-Bowles

Kate Middleton conoce bien esa norma, pues no solo es fotógrafa aficionada , es también responsable del Patronato de la Real Sociedad de Fotografía desde 2019. Y sabe perfectamente que cuando se apuesta por un retrato en el que se mira directamente a cámara, modelo y fotógrafa se han mirado, se han reconocido, comparten un lugar en el mundo. Así, lo que Kate ha querido captar no es el 'glamour' de la futura reina consorte, tampoco el respeto temeroso a su suegra, lo que ha buscado es la complicidad, la honestidad, la sencillez.

La relación entre ambas se ha ido afianzando con los años : al principio se habló de alguna que otra diferencia, incluso de una discusión a propósito del 'look' de la duquesa de Cambridge para su boda a cuenta de una tiara, una tontería, pero en los últimos años ambas se han ido apoyando mutuamente en actos públicos y campañas institucionales. Y las fotos reflejan ese respeto a la perfección.

Todas ellas se tomaron en los jardines de Ray Mill House , la casa de campo con seis habitaciones que Camilla compró en Lacock, en el condado de Wiltshire, tras su divorcio, en 1995, cerca de Highgrove House, la residencia favorita de su marido, y rezuman amor por la vida campestre. Camilla luce un vestido estampado azul y una rebeca a juego, sin joyas, solo su 'smartwatch' para controlar pasos y pulsaciones, portando una cesta de flores. La foto desenfoca los extremos para centrar toda la atención en la figura de Camilla, duquesa de Cornualles, sonriente, relajada, como una feliz señora de pueblo, la vecina ideal que te lleva un delicioso pastel a casa para presentarse el día en que te mudas.