Una grabadora oculta y el móvil monitorizado: el infierno de Britney Spears a manos de su padre

Un nuevo documental del diario The New York Times —el segundo sobre la cantante- ha dado a conocer que Spears estaba sometida a vigilancia constante en todo momento. También eran controlados sus amigos.

Jamie Spears, quien ya ha presentado los papeles para renunciar a la custodia de su hija, tenía contratada a la empresa de seguridad llamada Black Box para que monitorizara el móvil de la intérprete y le tuviese informado de todo. Se copiaban los datos de su nube a una tableta. Por si fuera poco, puso una grabadora en su dormitorio para escuchar todo lo que decía.

Según cuenta el antiguo empleado de la empresa de seguridad Alex Vlasov en el documental que se estrenó este viernes, se le controlaba todo, también «las interacciones y conversaciones con su novio y sus hijos». «Como si estuviera en una cárcel», asegura. Una versión muy distinta a la que da la propia empresa de seguridad, que asegura que siempre ha trabajado «dentro de los límites éticos, legales y profesionales».

Además de la obsesión por tenerla controlada en todo momento, también le interesaban mucho las parejas de su hija. Era tal la manía que les obligaba a firmar contratos de confidencialidad a todos ellos.

Los abogados de Jamie Spears no han negado estas informaciones, asegurando que tenía derecho a hacerlo por la autoridad que le confieren con la custodia de la artista. Además aseguran que la cantante estaba al corriente de todo .