Arranca la carrera política de Meghan Markle

En su web, la pareja insiste en que son de ‘acciones globales’ que los sitúan, políticamente hablando, en la órbita del Partido Demócrata en caso de que Meghan Markle diera el paso a la política activa. En Estados Unidos, el runrún en Washington es que ese momento podría estar más cerca de lo que parece. De hecho, los republicanos ya han mostrado su sorpresa, y su disgusto , con algunas de las acciones de la esposa del príncipe Harry.

La senadora por Maine, Sysan Collins, reconoció a la prestigiosa revista ‘Politico’, que Meghan la llamó personalmente a su teléfono privado: «Me alegró charlar con ella, pero a mí lo que de verdad me interesa son las preocupaciones de la gente de mi Estado».

La llamada formaba parte de una campaña que comenzó con una carta abierta dirigida al líder de la mayoría del Senado , Charles Schumer, y a la presidenta del Congreso, Nancy Pelosi, en la que Meghan Markle se presentaba como madre, pero también como duquesa de Sussex («No he sido elegida ni soy política, pero me dirijo a todos como ciudadana preocupada») para concienciar sobre la necesidad de permisos de paternidad retribuidos y otras ayudas familiares: «En junio, mi marido y yo tuvimos un segundo hijo, Lilibeth, Como otros padres, nos sentimos felices. Pero, como otros padres, también nos sentimos abrumados».

El congresista de Missouri Jason Smith ha sido mucho más contundente en su rechazo a esta campaña: «No me importa que, como ciudadana norteamericana, Meghan participe de manera activa en política. Está en su derecho. Lo que no puede es realizar campañas de ‘lobby’ usando su título . La Casa Real es como Suiza, neutral. Si quiere usar su fama como actriz, me parece correcto», añadió en una entrevista de ‘TMZ’, «pero que deje de presentarse como duquesa de Sussex para impresionar a los senadores».

En caso de protagonizar una campaña electoral, ya fuera como candidata al Congreso o al Senado, Meghan Markle tendría dificultades para contar con el apoyo activo de Harry, al menos si el Príncipe quiere mantener la tregua con Buckingham Palace, cuya neutralidad en temas políticos forma parta del ADN de la Corona.