El 44% de los españoles añaden sal a los platos ya condimentados

La sal contiene un 40% de sodio, un micronutriente cuya ingesta debe disminuirse para reducir el riesgo de padecer hipertensión, trastornos cardiovasculares… según argumenta la Organización Mundial de la Salud . Las empresas alimentarias priorizan la reducción de sal en sus productos, que afecta a la preferencia del consumidor y por ese motivo debe ser llevada a cabo de forma gradual con modificaciones paulatinas que permitan la habituación y educación.

En este sentido, Nestlé es un gran ejemplo. La compañía suiza focaliza su estrategia de I+D en la reducción de la sal más que en el desarrollo de nuevos productos «cero». Desde 2004, Nestlé ha logrado disminuir un 14% de sal en los platos preparados y tomate frito, y ha reducido un 6% en productos culinarios deshidratados. Así pues, hasta el momento la compañía ha alcanzado el objetivo previsto de reducir de manera global en su gama culinaria un 20% de sal.

Concienciar sobre la importancia de reducir al máximo la sal que empleamos directamente en la mes a puesto que todos los esfuerzos de reducción de sal en un producto pueden resultar en vano si después en casa tenemos el hábito de añadir más sal al plato en el momento del consumo.

Hoy en día, gracias a los avances en los conocimientos culinarios y la disponibilidad de variados ingredientes, comer con menos sal es posible sin sacrificar el placer de los buenos sabores de nuestra cocina, sólo tienes que empezar a utilizar algunos trucos:

—Reducir el consumo de sal está en tus manos y puedes conseguirlo sin que tu paladar se resienta. Utiliza aceites con especias para condimentar platos de sabores fuertes (cárnicos, pizzas, etc..), que reforzarán el sabor sin necesidad de añadir la cantidad de sal habitual.

—No dejes el salero en la mesa… la sal para los cocineros (¡en tu cocina!)

—Utiliza aderezos a base de hierbas aromáticas y especias y juega con diferentes variedades según el tipo de plato a cocinar. No olvides el limón incluso para aliñar las ensaladas, te permitirá dar frescor y realzar el sabor con mucha menos sal.

—Prueba a sustituir la sal habitual por sales tipo Maldon en escamas. A igual cantidad las de Maldon aportan mucho más intensidad de sabor salado gracias a la configuración de las escamas, su textura crujiente y su interacción con el paladar. ¡Pero atención, la cantidad siempre con moderación!

—Añade la sal siempre después de haber cocinado (a la plancha, al vapor..) tus carnes y pescados favoritos, y aplica el mismo consejo para tus platos de verduras. Emplearás mucha menos sal que si se la añadieras durante el cocinado, y tus carnes y pescados quedarán mucho más jugosos porque retendrán mejor el agua en su interior.