Se casan en mayo y llevan desde el pasado mes de septiembre conviviendo como pareja. Hartos de verse solo el fin de semana durante más de cinco años de noviazgo, tomaron un buen día la decisión. «Le echaba mucho de menos», cuenta Ana. Ahora la ... boda está a la vuelta de la esquina. «Mucha gente me dice que estoy loca por casarme tan joven», pero para Ana y Andro esas palabras se las lleva el viento porque su proceso vital parece que irá rodado y no esperarán mucho tiempo a tener hijos.
«Por supuesto, es mi media naranja, es el amor de mi vida y ojalá que para siempre». Tiempo les ha dado a conocerse, a compartir momentos con la familia política... ? «Mis suegros son un apoyo para mí», cuenta Ana, hasta a organizarse ya con el reparto de tareas en casa.
Para ellos, ha llegado el momento de proyectar sus planes en común, de dar un paso más y de construir una familia. «Nos hemos querido mucho siempre, nos contamos cualquier cosa del día, del trabajo, compartimos casi todo lo que podemos y el tiempo nos permite. Para nosotros lo más importante es la confianza, el cariño y el respeto». ¡Enhorabuena!
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