El truco de una podóloga para comprar zapatos a tus hijos y acertar a la primera
Neus Moya ofrece las claves a la hora de elegir el calzado adecuado para los menores
MADRID
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Iniciar sesión«Tengo tres estanterías llenas de zapatos», asegura Neus Moya durante su entrevista con ABC. No crean que hablamos con una estilista de moda profesional o modelo. En realidad, Neus es podóloga y su cuenta de Instagram se ha convertido en un «must» para « ... papis y mamis», como siempre dice. «Una de las estanterías es el cementerio -aclara-, porque todo el calzado está desvalijado para analizarlo». Y es que la especialista en calzado infantil, autora también de 'Zapatos nuevos' (Timunmas), analiza cada modelo con minuciosidad en las redes sociales para ayudar a las familias a escoger el adecuado.
¿Es una buena idea heredar zapatos?
No, a no ser que estén nuevos y encajen perfectamente con el pie de nuestro hijo. Pero si ha estado usado, aunque sea poco, es mala idea porque aunque externamente se vea bien, hay un desgaste de material e interno y cada niño tiene su evolución, igual que unos andan antes que otros. El pie valgo (con los tobillos hacia adentro) es propio de los niños y unos lo tienen más acentuado que otros. Por tanto, al usar un calzado de segunda mano se puede provocar una desviación que de por sí no tiene. Además, el zapato que por fuera se mantiene intacto después de varios usos no tiene las características necesarias de un buen calzado.
¿Cuáles son las características que ha de tener un buen zapato?
Según la evidencia científica, un zapato debe cumplir una única función: proteger el pie. Es decir, no debe perjudicar ni beneficiar la marcha o el desarrollo del niño pero sí simular como si fuera descalzo. Para ello, suelas y punteras deben tener ciertas características. Una suela gruesa o rígida va a interferir en la marcha del niño. Una suela dura pero flexible de 3 mm es óptima.
Con respecto a las punteras: no tiene sentido que el zapato acaben en punta porque no deja espacio a los dedos. Y si el niño camina, hay una fase de la marcha en la que ya se anclan al suelo y el niño ha de poder apoyar todos los dedos. Los niños tienen mucha grasa plantar para poder andar, necesitan mucho estímulo y sentir el suelo para el equilibrio y desarrollar bien la marcha.
«El zapato que por fuera se mantiene intacto después de varios usos no tiene las características necesarias de un buen calzado»
¿Algún requisito más?
Conviene fijarse en el sistema de regulación porque, a menor edad, el empeine de los niños es más graso, más ancho. También hay que tener en cuenta el contrafuerte, es decir, la parte de atrás del zapato. No hay estudios pero sí es verdad que se intenta que sea lo menos consistente posible para que el niño trabaje por sí solo. El pie del menor se endereza solo por el movimiento y las fuerzas de reacción del suelo.
Por último, aunque me dicen que soy una maniática, pero para mi tiene muchos beneficios, si el zapato tiene plantilla extraíble mejor. Esto nos ayuda a airear el zapato y ver, cuando la sacas, si tu hijo está a punto de que se le quede pequeño o no porque si vemos que los dedos están muy marcados, significa que se le están quedando pequeños y los lleva doblados.
Analizar todo esto yendo a comprar los zapatos con los niños no es nada fácil...
Es verdad. Por eso hay dos trucos. Uno, la plantilla extraíble: es muy útil a la hora de comprar nuevo calzado porque nos sirve de referencia. Dos: hacemos la plantilla en casa y nos la llevamos a la tienda. Para ello, dibuja el contorno de los dos pies sobre una cartulina gruesa, recorta la plantilla del pie más grande (porque no son simétricos) y llévatela. La metes en los zapatos que te gusten y compruebas si de ancho y largo encajan. Pruébale, entonces, los finalistas. Además, para comprar la talla correcta, tiene que sobrar entre 0,8 y 1 cm de largo.
Hay que recordar también que, para comprobar si el zapato le va bien, no es correcto meter el dedo por detrás porque el niño inconscientemente te va ayudar y desplaza el pie.
¿Cómo es de importante que los niños lleven un calzado adecuado? ¿Les puede afectar en el futuro?
Si usan calzado con punteras estrechas pueden acabar con dedos infraductus o supraductus, es decir, inclinados hacia abajo o elevados. El hecho de que lleve un zapato tan rígido en el que los metatarsianos no pueden ni doblarse, influye en el desarrollo de la marcha. Aquél que impide el movimiento libre, puede llegar a provocar pies poco tonificados, débiles y con poco tono muscular.
En la mayoría de las ocasiones, los padres me piden una justificación que poder dar a los abuelos porque le han regalado unas zapatillas de luces, por ejemplo. Es muy sencillo: ¿tú le pondrías un collarín en el cuello a un bebé de cinco meses para que le ayude a sostenerse? No, ¿verdad? Pues con el pie pasa lo mismo: no hay que someterle a una estructura rígida. Yo soy enfermera y cuando trabajaba en urgencias se ponían collarines en accidentados porque se veían debilidades musculares. Sin embargo, luego era peor.
«Para comprobar si el zapato le va bien, no es correcto meter el dedo por detrás porque el niño inconscientemente te va ayudar y desplaza el pie»
Aprovechando que estamos en verano, ¿mejor que vayan descalzos?
Sí, es una buenísima idea que anden sin calzado porque es cuando el pie trabaja y reciben toda la información del suelo. Por más respetuoso que sea el zapato, siempre se va a modificar la marcha del niño. Así que, cuanto más descalzos vayan, mucho mejor. Y que caminen en sitios diferentes para recibir varios estímulos: césped, arena, suelo liso... ¡El músculo del pie lo necesita! En casa se pueden poner alfombras o discos sensoriales, césped artificial... Los mitos, muy clásicos de los abuelos, de que «se va a poner malo por andar descalzo» o «se le van a ensanchar los pies» son eso, mitos. Así que, sentido común.
¿A más caro... mejor es el zapato?
No, indudablemente. Nunca hay que dejarse guiar por el precio. Yo siempre digo que unos Manolo Blahnik, si es que te los puedes permitir, son lo menos saludable que puede haber. En este aspecto hay mucha controversia. El zapato más caro lo es por muchos factores: porque invierte en más publicidad, tiene materiales de mayor calidad, etc. pero pueden ser muy rígidos. Yo testeo zapatos que pueden costar 9 euros. Y cada familia elige en función de su situación económica.
«Nunca hay que dejarse guiar por el precio. Yo siempre digo que unos Manolo Blahnik, si es que te los puedes permitir, son lo menos saludable que puede haber»
Ahora en verano usamos mucho las chanclas, calcetines de piscina... ¿qué tal resultan estas opciones?
Hay estudios que dicen que utilizar la chancla diariamente modifica la marcha. Pero una cosa es la evidencia científica y otra la clínica. Yo, a un niños, ponerle una chancla de dedo no se la pondría porque provoca más caídas. Los menores deben llevar un calzado bien sujeto al pie porque corren, tienen movimiento erráticos o cambios de dirección bruscos .
Los calcetines con suela de goma debajo, protección UVA o que son de secado rápido, son ideales para situaciones concretas, por ejemplo, cuando el suelo quema mucho.
Y las protecciones en piscina son un básico porque luego en octubre y noviembre los podólogos nos solemos encontrar con muchas verrugas plantares horribles y es un tratamiento muy pesado. También son muy útiles para evitar la pulpitis de piscina.
¿Se pueden poner calcetines al niño con el calzado de verano?
No hay una norma escrita. Yo recomiendo hacerlo cuando del invierno pasamos al verano y el pie pasa de estar protegido a exponerse totalmente.
¿Podemos poner zapatos a ese bebé que empieza a andar?
Un niño empieza a caminar desde el momento en el que es capaz de dar diez pasos sin caerse. Cuando esto pasa, lo mejor es que siga sin zapatos, excepto cuando sea estrictamente necesario, es decir, si va a andar en un parque público, habrá que ponérselos. Es sentido común. Pero si no, mejor dejarle el pie libre porque en los siguientes seis meses entrará en la fase de adquisición de la marcha y es un tiempo muy delicado. Cuando ya haya superado esta fase, ya se le puede poner calzado.
Zapatillas con luces, con ruedas, con plataformas... ¿Cómo luchar contra la moda? Porque, a medida que crecen, los hijos elige lo moderno
La moda siempre va a ir por encima. Menos mal que las deportivas con ruedines se prohibieron en las escuelas gracias al estudio de Roberto Pascual, profesor de Podología de la Universidad Miguel Hernández (UMH). Con respecto a los de plataforma, se ha visto incidencia en niños y adolescentes de paroniquia (infección de la piel alrededor de la uña). Por eso es vital concienciarlos desde pequeños, lo mismo que les educamos en la alimentación o con las pantallas. Solo así podrás negociar.
Por último, ¿cómo han de cortarse las uñas? En bebés es muy difícil
Siempre rectas y empezando desde el punto más alto. Y si crees que podrías cortar más no lo hagas. Es fundamental que en los bordes queden los picos, que podemos limar un poco, y limpiarlos con un cepillo de uñas. Que a los bebés o niños pequeños se les laminen o se les rompan, es normal. Tienen las uñas muy débiles, con el gateo hay mucho roce, se dan golpes... Y, por supuesto, un buen secado del pie siempre.
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