Las diez claves para crear un hábito muy valioso desde niños: la lectura
Varios expertos señalan los grandes beneficios de leer para el desarrollo de los niños y adolescentes, una rutina que deben incentivar los padres
«Muchos niños dejan de leer porque lo asocian a una tarea escolar»

Cada 23 de abril se celebra el Día del Libro, una fecha emblemática desde que la UNESCO la instauró en 1995, y en la que es importante fomentar y dedicar tiempo de ocio a la lectura por sus múltiples beneficios. No son pocos ... los expertos que insisten en que debe ser un hábito que incorporen los niños desde que son bebés y sus padres les leen cuentos. En este sentido, Fernando Alberca, Doctor en Pedagogía, asegura a ABC que la lectura «debería comenzar en casa, más que en la escuela y la escuela debe perfeccionar avanzando especialmente tanto la lectura como en la escritura. Los niños aprenden a leer mejor de manos de sus madres y padres, entre los 1 y 3 años, incluso antes de haber aprendido a hablar. Un padre y una madre contagian mucho mejor el disfrute de un libro, lo que se aprende, lo que se siente, la risa que origina, la sorpresa, la pena, la tristeza, la alegría… Abriéndole el camino para vivir más».
Emma Duffy, directora de Infantil y Primaria de Hastings school, destaca igualmente la importancia de la lectura en edades tempranas y de que las familias les inculquen este hábito que los acompañará durante el resto de su vida si los los niños lo entienden como un hobbie, como un placer. «Recientemente, investigadores de Cambridge y Warwick, en Reino Unido, han descubierto que los niños que leen por placer desde edades tempranas sobresalen en pruebas cognitivas. De igual modo, se desarrolla su capacidad crítica y analítica. Así lo especificaron en un estudio publicado en la revista Pshychological Medicine. La lectura es un arma muy valiosa para facilitar el aprendizaje y la comprensión, además de mejorar la capacidad de concentración. Una habilidad de gran valor para el estudio».
Recuerda que entre los beneficios de lectura destaca que ayuda a rebajar los niveles de estrés y, por tanto, mejora el estado anímico, por lo que repercute muy positivamente en su bienestar mental.
«No podemos olvidarnos -prosigue Duffy- de lo importante que es la lectura en segundos idiomas. De este modo, podrán entender y mejorar la comprensión de esa lengua, además de enriquecer enormemente el vocabulario. Se trata, sin duda, de una herramienta muy significativa para reforzar el lenguaje adquirido y aquellas expresiones o frases que pueden llegar a ser más coloquiales».
Respecto a cómo lograr que los niños lean desde pequeños, señala que lo esencial es que vean a sus padres hacerlo, puesto que a edades tempranas se aprende por imitación. «Deben leerles cuentos de manera frecuente para despertar su interés por los libros y, a medida que crezcan y empiecen a aprender a leer, acompañarles en el momento de la lectura, animándoles a que lean en voz alta para ayudarles a consolidar su aprendizaje y ganar fluidez.
A la hora de aprender a leer, menciona que hay métodos distintos como el sistema Jolly Phonics a la hora de enseñar a leer en inglés. «Este método se enfoca en basar el aprendizaje en los sonidos de las letras, en lugar de sus letras. Para ello, se emplean acciones con gestos y canciones para así, ayudarles a aprender y recordar los sonidos de las letras. Así, se pone el foco en el aprendizaje multisensorial, implicando diversos canales de percepción como son la vista, el oído y el movimiento».
Otra manera de inculcar la lectura es, según Emma Duffy, crear una pequeña biblioteca personal para ellos. «Es conveniente regalarles libros en ocasiones especiales, como Navidad o cumpleaños y que lo perciban como algo positivo y no una imposición. En el caso de que tengan preferencia por algún libro en concreto, releerlo puede ser beneficioso, ya que tienen la oportunidad de descubrir aspectos que en una primera lectura se les haya pasado por alto, además de reforzar el vocabulario».
También aconseja la visita a bibliotecas y librerías para que los niños puedan elegir los libros que desean leer y descubrir sus propios gustos literarios. «Y es que -insiste- la lectura no solo mejora el rendimiento académico de niños y adolescentes, sino que también se convierte en una puerta a nuevas ideas y nuevos mundos. Los libros se convierten en refugios emocionales y, además, una herramienta muy poderosa para aprender nuevos idiomas. El Día del Libro es el marco excepcional para animar y fomentar entre los más pequeños el amor por la lectura.
Vanesa Céspedes, profesora de Infantil del Colegio Europeo de Madrid, también es una firme defensora de que los niños lean desde muy pequeños, por los grandes beneficios que aporta, y por ello señala varias claves para fomentar este hábito:
1. Cuanto antes mejor: Aunque, evidentemente, un bebé no sabe leer, podemos leerle cuentos, ya que la entonación, el ritmo de la lectura o, incluso, las imágenes de los libros empezarán a estimular esta pasión. Además, si leemos en voz alta desde sus primeros meses de vida, ayudará a que, a medida que crezca, asocie la lectura a momentos agradables de cercanía y afecto.
2. Seamos su mejor ejemplo: Sin duda, si hay algo que impacta en los niños es imitar aquello que hacen sus padres que, en la mayoría de los casos, son su modelo a seguir. Si desde su infancia ven a sus progenitores leer con frecuencia, será mucho más fácil que quieran sumarse a esta práctica que se convertirá para ellos en una apasionante aventura.
3. La importancia del espacio: Crear un rincón cómodo, acogedor, con buena luz y lleno de libros acordes a la edad de nuestros hijos conseguirá crear el ambiente perfecto para disfrutar de los ratos de lectura y hacerlo será un auténtico placer.
4. En la variedad está el gusto: Por suerte, hay tantos libros distintos como lo son las personalidades. Por ello, de cara a fomentar la pasión de los niños por la lectura, es importante que busquemos libros y cuentos acordes a sus gustos y preferencias: de fantasía, clásicos, de ciencia, de superhéroes… La mayoría de libros infantiles, además, guardan historias con valores esenciales, por lo que cualquier elección que vaya enlazada a sus gustos será una buena opción.
5. La lectura como parte de la rutina: Fomentar la lectura todos los días del año es algo que no podemos dejar de lado y, para ello, no hay nada más importante que hacer que la misma forme parte de sus rutinas. Así pues, es importante marcar un momento diario como, por ejemplo, leer juntos un ratito antes de dormir. Estos hábitos no solo conseguirán reforzar el compromiso con la lectura, sino que también favorecen a fortalecer los vínculos emocionales con nuestros hijos, teniendo la oportunidad de disfrutar juntos de un momento tan mágico como este.
6. Libertad para elegir: Deben tener autonomía para seleccionar los libros que quieren leer. Esto fomentará su interés y les hará tener más confianza en sí mismos, así como sentirse más libres a la hora de tomar decisiones.
7. Leer puede ser muy divertido: Con el fin de motivarles, podemos complementar la lectura con juegos, dibujos o manualidades relacionadas con el cuento que estén leyendo o acaben de leer. Esto, además, nos permitirá involucrarles más en la historia, ser capaces de analizarla y estimular así la comprensión lectora.
8. Las tecnologías, un complemento ideal: En el equilibrio, sin duda, está el éxito. No podemos negar que las nuevas tecnologías forman parte de nuestra sociedad actual y, por supuesto, de nuestro día a día. Por tanto, podemos ayudarnos de aplicaciones o audiolibros diseñados para niños que puedan enriquecer su experiencia lectora y les permita también explorar otros formatos.
9. Visitar bibliotecas y librerías: Otra de las claves para inculcar a los niños su pasión por la lectura es acostumbrarles a visitar bibliotecas o librerías, ya que esto puede convertirse en una aventura fascinante donde explorar estanterías repletas de libros, poder hojear entre muchos ejemplares… E, incluso, llevarse el que más le guste a casa. ¡Les encantará!
10. Recompensas: Es importante que celebremos sus avances, como terminar un libro, descubrir una palabra nueva o felicitarles por lo bien que han entendido la historia que acaban de leer. Esto les ayudará a reforzar su autoestima y, por supuesto, a seguir leyendo.
En un intento de ayudar a los padres en esta labor, Meira Koponen, experta pedagoga en Kahoot!, afirma que «para elegir el libro adecuado se debe tener en cuenta la edad y la etapa de desarrollo del niño, sus intereses y el formato y la complejidad del libro». Para ello, recopila algunos consejos para seleccionar el mejor libro y que incentive la lectura entre los más pequeños.
0 a 1 año: libros de tela o cartón para los bebés
Los bebés exploran el mundo con los sentidos, beneficiándose por tanto de las experiencias sensoriales. De hecho, es muy habitual que mastiquen o tiren los libros, por ello, es importante buscar libros de tela o cartón con texturas, imágenes de gran contraste o caras sencillas. En esta etapa, el papel de los padres y madres es fundamental ya que a través de la lectura en voz alta de libros con rimas pueden fomentar el vínculo con el bebé. Estos momentos no sólo fomentan el desarrollo temprano del lenguaje, sino que también ayudan a alimentar una fuerte conexión emocional.
1 a 2 años: historias sencillas e ilustraciones llamativas para los niños pequeños
A medida que los niños se vuelven más curiosos, los libros con historias sencillas, ilustraciones llamativas y elementos interactivos como solapas o texturas resultan especialmente atractivos. Hasta los dos años, la repetición y la rutina son reconfortantes, por lo que los cuentos que permiten a los niños pequeños anticipar lo que viene a continuación, o incluso ayudarles a pasar la página, mantienen su atención. Asimismo, los libros con rimas o sonidos también son una buena herramienta para fomentar el desarrollo del lenguaje de forma lúdica en los primeros dos años.
3 a 6 años: relatos enriquecedores, personajes cercanos y humor para preescolares
Los niños y niñas entre tres y seis años destacan por encontrarse en la edad de oro de la imaginación puesto que en este momento empiezan a comprender las narraciones, la causa y el efecto así como las emociones. Por tanto, los libros con historias ricas, ilustraciones coloridas, humor y personajes cercanos son una buena elección.
También es un buen momento para introducir herramientas que fomenten las habilidades lectoras tempranas, como Poio! de Kahoot, un recurso digital lúdico para niños de 3 a 8 años que combina la narración con la fonética, guiando a los niños a través de un mundo imaginario en el que aprenden jugando.
7 a 9 años: libros que fomenten confianza y curiosidad para los primeros lectores
Entre los siete y nueve años, los niños suelen pasar de aprender a leer a leer para aprender, por lo que Meira apunta que «necesitan libros que fomenten la confianza y la curiosidad. Por ejemplo, libros de capítulos para principiantes con frases cortas, ilustraciones de apoyo y tramas atractivas, pero también libros con humor o series que sigan». Este es el momento en el que los pequeños deben sentirse dueños de lo que leen, dejándoles elegir para mantenerles motivados.
Sin embargo, a pesar de que en esta edad comiencen a leer por su cuenta, los padres no deben dejar de leerles en voz alta porque escuchar historias más complejas les ayuda a ampliar su vocabulario, su comprensión y su imaginación.
10 a 13 años: lectura que conecte con su identidad para los adolescentes
Los preadolescentes entre los diez y doce años se plantean preguntas más importantes sobre el mundo que les rodea. Por tanto, están preparados para tramas y personajes más complejos así como temas que reflejen la amistad, los retos o el autodescubrimiento.
A su vez, los adolescentes a partir de los trece años, buscan historias que resuenen con sus experiencias y emociones de la vida real: libros que exploran la identidad, las relaciones y los problemas sociales pueden ser especialmente significativos. Tanto si prefieren ficción realista, fantasía, memorias o poesía, la clave está en ofrecerles variedad y relevancia. El objetivo es que la lectura siga siendo personal, empoderadora y conectada con la persona en la que se están convirtiendo.
«A menudo se plantea la lectura como una obligación, pero diversos estudios demuestran que cuando los niños se sienten dueños de lo que leen, es más probable que desarrollen amor por la lectura. En este sentido, los padres y madres pueden observar y responder a las necesidades e intereses de los pequeños acompañándoles en estos momentos de calidad en familia», concluye Koponen.
MÁS INFORMACIÓN
Fernando Alberca destaca que si los progenitores no se preocupan por fomentar los hábitos de lectura en los niños y adolescentes las consecuencias futuras serán, entre otras, las siguientes: empobrecimiento emocional y moral, apatía, desajuste emocional, egocentrismo, insolidaridad, pensamiento limitado, facilitan ser manipulados, empeora su lenguaje, su cultura, su conocimiento, se autoengañan con más facilidad, se conocen peor, interpretan mal la realidad propia y ajena, se desconcentran, aumenta su falta de interés y atención por los detalles y por la diversidad de realidades, tiene dificultades para expresarse, para comunicarse con los demás por lo que le provoca aislamiento, soledad, tiene menos recursos para enfrentarse a los problemas, a su vida cotidiana, limita sus ideales, no descubre nuevas ilusiones, metas, circunstancias, limita su capacidad para disfrutar de lo mejor, también del amor, de la belleza, de la verdad, de lo que existe a su alrededor y no descubre, le hace limitar sus posibilidades en todo, se hace menos comprensivo, menos comprensible y no leer le hace vivir peor como ser humano y tender a ser menos feliz a sentirse más vacío y depresivo. No es casualidad que nuestro pensamiento sea verbalizado: nuestro celebro piense y exprese con palabras ordenadas en frases lo que nuestro corazón siente, ni que seamos sociables y por tanto necesitemos expresarlo para sobrevivir. La lectura nos hace no limitarnos a nuestra vida limitada.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete