Todo lo que debes contar a tu hija antes de ponerse su primer tampón

«Una madre podría empezar a hablar a su hija de la menstruación después el inicio del desarrollo mamario, que es la primera etapa de la pubertad», cuenta la doctora Elena Moretti, ginecóloga de la Unidad de Ginecología de la Infancia y la Adolescencia del centro Dexeus Mujer de Barcelona .

Los primeros ciclos menstruales de una adolescente, para la mayoría de chicas, casi nunca son regulares. «Las reglas suelen venir una vez cada 28 días, aunque es frecuente que los primeros años los ciclos sean irregulares», apunta la doctora. «Una madre tendría que explicar a su hija que este sangrado cíclico es un fenómeno natural, que puede ser abundante y/o doloroso y que hay remedios, aunque en la mayoría de las personas, la regla transcurre sin ningún problema», señala. Uno de los consejos de la doctora Moretti es anotar las fechas de cada regla en un calendario menstrual, lo que permitirá llevar un control de los ciclos a posteriori.

Aunque cada vez la menstruación es un tema rodeado de menos tabúes, es frecuente que las adolescentes sientan preocupación al principio y, sobre todo, miedo a sentirse avergonzadas públicamente por tener la regla, al final, un gran cambio en su vida. Por ello, es importante que las mujeres más cercanas de su entorno, como madres, hermanas mayores o amigas intercambien con ellas sus vivencias, sus trucos y consejos para que ganen en confianza y seguridad.

Lo más fundamental, y a lo que apunta la doctora Moretti es que los padres enseñen « hábitos higiénicos correctos », y proponer a su hija tanto el uso de compresas como de tampones o copas menstruales, que según apunta la doctora, son posibles desde las primeras menstruaciones. «Los riesgos de irritación, infección, daños a nivel de la vulva y de la vagina son excepcionales si la utilización de estos productos y la higiene son correctos», apunta la ginecóloga. En este sentido, «la elección de compresa, tampón o copa, dependerá de cada persona, que debe buscar el método con el que se sienta más cómoda». Al principio puede haber dificultades para aprender a colocar tanto los tampones como las copas, «pero con el tiempo y un poco de aprendizaje se consigue», cuenta la doctora.

La semana pasada trascendió la noticia de la muerte de una chica belga como consecuencia de un shock tóxico . «Es una enfermedad poco frecuente pero grave, causada por una toxina producida por algunos tipos de bacteria Staphylococcus aureus», cuenta la ginecóloga, que aunque apunta que el uso de tampones es un factor de riesgo (aunque se registra menos de un caso por cada cien mil mujeres), se puede producir por otros motivos. Para prevenirlo, su consejo es la prevención, «cambiando regularmente el tampón o alternando tampones y compresas». Aconseja la doctora que en caso de notar fiebre, escalofríos, hipotensión, pérdida de consciencia, confusión, vómito o diarrea, se acuda al médico .