De vuelta por Cádiz
Para este fin de semana proponemos un interesante viaje por la ciudad más antigua de Occidente
J.M.SÁNCHEZ
El tiempo acompaña. Sol, luz, temperaturas moderadas. Pasión y alegría como emblemas. Con todo, una mezcla ideal para disfrutar de un fin de semana en Cádiz, la ciudad más antigua de Occidente. Allí, las calles envuelven al visitante en un traje de cazón, de flamenco, ... de sonrisas, con olor a mar. Y el visitante le devuelve lo mejor de sí, porque cuando uno llega, se enamora a las primeras de cambio, deseando, por qué no, volver a pisar esas tierras de donde surcaron carabelas de Colón.
En Cádiz nació la poesía de Canio Rufo, amores brujos y nocturnos de Manuel de Falla. La vida breve, eso es mentira. En Cádiz se desempolva lentamente el deseo de seguir siempre sintiendo la sangre correr. No te haces mayor. Soplas y uno puede descubrir tesoros. Si te descuidas, te roba el corazón con una mirada de solayo. Una vez posados los zapatos en sus cantos rodados, allá por donde marches a partir de ahora tu cabeza habrá decidido, por su cuenta, estar a cubierto entre Levante y Poniente.
Ciudad hermanada con Buenos Aires querido, La Habana silenciosa o la Tánger cotidiana, Cádiz siempre tiene algo bueno que ofrecer. Aunque este fin de semana no es fuerte, nada más alejado de la marabunta que atosiga el Carnaval, las calles descubren esquinas con encanto. Llegando el viernes, reposando la tardanza por no haber llegado antes (perdóname), el visitante se desliza por un carrusel de coros. Por la noche, tablaos, luego carpa. Unas copas sucumbiendo a la brisa marina y a dormir, que al día siguiente hay faena. ¡«Mi este» que se las puede dar de sabido y abalanzarse a la noche! Ten en cuenta de llevar cuidado de agarrar un buen jamacuco, no sea que al día siguiente lo único que desees sea pasar horas y horas sentado frente al mar.
Luego, se enfila el sábado con contundencia porque las ganas no han hecho más que montarse a borricate, pero prepárate a codearte con la gente como si fueras un chicharo en una olla. Calor y calor que te llevarán a probar más de una bebida. Así, discurrirá un carrusel de coros por el barrio del Mentidero y, a partir de las 22.00 horas, se celebrará la XXVI marcha carnavalesca de La Viña. Tras un concierto a las 22.30 horas en la Plaza de San Antonio, a la «medianoshe» habrá una nueva sesión, justo una semana después, de fuegos artificiales en las Puertas de Tierra.
Otro carrusel de coros comenzará el domingo a las 13.00 horas y también a esa hora se hará el acto de colocación de estrellas del carnaval dedicadas a los autores de agrupaciones Pedro Romero Baro y Ramón Díaz «Fletilla» en la Plaza de Fragela, donde se sitúa el Gran Teatro Falla. La quema de la «Bruja Piti» será a las 19.00 horas. Quedan por delante otros momentos como circuitos y desfiles de agrupaciones, concursos de tanguillos y disfraces, espectáculos, fiestas, certámenes de agrupaciones, distintas exposiciones y el estreno del documental «La Murga ópera popular», que habla de la relación entre los carnavales de Montevideo (Uruguay), Tenerife y Cádiz. Con todo, y una vez jipato, de vuelta a la realidad.
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