La Reina Letizia triunfa en Dinamarca con vestido de alta costura, tiara y pendientes de zafiros

Doña Letizia eligió un diseño del que fue su modisto de cabecera durante años, que ya había llevado en dos ocasiones más, la última en el viaje de Estado a Japón en 2019. Se trata de un vestido de tirantes anchos, con el que vuelve a presumir de brazos tonificados, escote redondeado y falda amplia tipo 'princesa' con bordados en hilo y cristal en tonos azules.

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María I. Ortiz

Doña Letizia ha apostado una vez más por repetir vestido escogiendo un diseño azul, color del estandarte de la heredera, que se ha convertido en el color protagonista de la jornada. Mientras que la Infanta ha lucido un vestido de alquiler

Para completar el estilismo, la Reina eligió la tiara Flor de Lis, la más espectacular del joyero real, y que también ha lucido en alguna ocasión. Se trata de una joya confeccionada en platino y brillantes en 1906 por la firma española Ansorena. Doña Letizia rejuveneció el estilismo llevando la tiara con una bonita coleta baja que lució con el pelo ligeramente ondulado.

Además, la Monarca llevó espectaculares joyas entre las que destacaron los pendientes de zafiros, a juego con el vestido, y que pertenecen a la Reina Sofía. Además, lució una de las pulseras gemelas de Cartier. Completó su espectacular estilismo con un maquillaje que centró la atención en sus ojos, maquillados con sombras rosas, lápiz negro y varias capas de máscara de pestañas.

Para viajar hasta Copenhague, la Reina se decantó por un look cómodo formado por un abrigo negro 'oversized', pantalones negros rectos y blazer de color pistacho. Sin duda, la chaqueta cruzada adornada con grandes botones, y firmada por Hugo Boss, fue la protagonista del look, que completó con botas negras de tacón bajo. Doña Letizia lució, además, un moño bajo trenzado con raya a un lado, sus pendientes de triple aro en oro rosa y diamantes de Gold & Roses, y un maquillaje más marcado de lo habitual, en tonos tierra.

Ya en la capital danesa, al pie del avión, los Reyes de España eran recibidos por la Reina Margarita II, los príncipes herederos, Federico y Mary, y la princesa Benedicta. Allí, Doña Letizia lució un look diferente formado por un abrigo en forma de batín con cinturón y grandes solapas que estrenó el año pasado en un viaje a Menorca. Es un diseño de & Other Stories en color beige. Debajo se adivinaba un vestido rojo, que combinó con complementos en este color, stilettos y cartera de Magrit. Además, Además, también se cambió de pendientes, eligiendo unos en con pieda roja, que pertenecen a la Reina Sofía.

Posteriormente, los Reyes se desplazaron hasta el palacio de Amalienborg donde ya se pudo ver el vestido de Doña Letizia. Se trataba de un diseño de Carolina Herrera, que también lo tiene en color azul, y que ya ha lucido en otras ocasiones. Por su parte, la Reina Margarita elegía un dos piezas en color fucsia y la princesa Mary lució un abrigo-vestido verde a juego con el tocado y los zapatos. 

De esta manera la Monarca volvía a confiar en el color rojo, el mismo que eligió la primera vez que visitó Copenhague del brazo del entonces Príncipe Felipe, y que dio la vuelta al mundo. Fue en la boda de los príncipe Federico y Mary, y para Doña Letizia era su primer viaje de Estado, donde no defraudó con un espectacular vestido rojo firmado por Lorenzo Caprile, que ya forma parte de la historia.

Los Reyes seguirán en Dinamarca hasta el miércoles, así que habrá nuevas oportunidades de ver los looks de Doña Letizia.