Los mejores trucos para triunfar en estas rebajas

Ahora bien, si algo tienen las rebajas es que suelen resultar algo caóticas. Entrar a las tiendas puede convertirse en una auténtica odisea, rebuscar en montones de ropa o las largas colas para pagar o devolver los pedidos online. Por lo que, si de verdad se busca sacarles el máximo partido, hay que abogar por una buena planificación.

Organizarse antes de empezar a comprar a lo loco resulta crucial tanto para acertar, como para sacar el máximo partido al presupuesto y elegir con mejor criterio. Pero, aunque en la teoría todo pueda parecer de color de rosa, cuando se pasa a la práctica realmente casi nadie tiene claro los pasos a seguir para dar un lavado de cara al armario con éxito. Siguiendo los consejos de esta guía práctica, las maratonianas jornadas 'de shopping' serán coser y cantar.

Realizar una 'wishlist'. Llevar a cabo un listado de las prendas que realmente se quieren adquirir diferenciando los 'caprichos' de lo que se necesita de verdad. Según los expertos el armario perfecto está compuesto de un 70% de básicos y un 30% de apuestas de tendencia que suelen renovarse cada temporada.

Visualizar estilismos completos. Si se necesita inspiración o se está indecisa sobre una prenda, pensar en un conjunto entero y la situación en la que se llevaría es bastante efectivo. Si al hacer este ejercicio no vienen a la cabeza opciones, mejor no llevarse nada.

Pensárselo dos veces antes de comprar. A veces los impulsos irrefrenables juegan una mala pasada, pues impiden pensar si realmente una prenda se adapta al estilo de cada una o las ocasiones en las que la podremos llevar. Por eso, reflexionar antes de dar al botón de 'comprar' nunca viene mal.

Apostar por la calidad y no la cantidad. Lo del «cuanto más, mejor», en moda no es válido. Y menos en los tiempos que corren en los que se apuesta por la sostenibilidad y el 'slow fashion'. Invertir en materiales de primera calidad y aprovechar la bajada de precios para adquirir productos de otras marcas menos asequibles a las que quizás no se recurriría en una situación normal, es una estrategia muy acertada. De este modo además se añadirá un plus de elegancia y sofisticación al vestidor.

Aprovechar el momento para hacer limpieza de armario. Aprender a valorar de forma objetiva lo que se tiene es casi tan importante como decidir el tipo de piezas nuevas que se van a adquirir. Si se quiere acabar con la indecisión a la hora de deshacerse de lo que ya no se quiere no hay nada como preguntarse a una misma las dos últimas veces que se ha llevado dicha prenda. Si hace más de un año, lo mejor es donarla.

En las compras online, llenar la cesta de la compra días antes del día que comiencen las rebajas. De este modo se llevará a cabo sin prisas y se tendrá más tiempo de reflexionar sobre si realmente merece la pena comprar o no. Y hablando de 'shopping online', el 'modo incógnito' no falla a la hora de comparar precios.

En rebajas entrar a los probadores no siempre es tarea fácil, por lo que a veces no queda más remedio que confiar en tener un buen ojo y criterio para acertar. Para ello no hay nada mejor que ir a lo seguro y adquirir lo que se sepa que realmente va a favorecer. Con los básicos como jerséis o camisetas suele ser fácil acertar, pero en el caso de una americana o un traje suelen surgir dudas. «Si hay que elegir entre diversas tallas siempre se puede recurrir al viejo truco de comprar ambas, probarlas en casa y devolver las que no queden bien», explica la estilista Benedeta Perazzo.

Añade además que resulta primordial poseer un total conocimiento de la silueta, sin tapujos. «Aunque se tenga una idea aproximada de la talla, no hay nada como tomar medidas con una cinta métrica: cuello, hombros, talle de espalda, largo del brazo, cintura, caderas, largo de la pierna, contorno del muslo…» Una vez hecho esto, Perazzo recomienda consultar el tipo de tallaje en cada país, porque por mucho que intenten estar unificados, al final no suele ser así.

Por último, aconseja hacer una tabla con las principales marcas que se van a comprar donde se señale el tipo de tallaje que tienen, es decir, si dan mucha o poca talla. «Suelo hacer dos columnas en la tabla, una con las marcas en las que tengo que adquirir una talla más y las que por el contrario tallaban más grande. No falla», concluye.