Los mil y un abrigos de Amal Clooney

El último modelo ha quedado en la retina de las fashionistas. Se trata de un elegante abrigo azul marino de corte sencillo y tres botones en forma de broche de gran tamaño que Amal llevó a su reunión con David Cameron, en el 10 de Downing Street de Londres. Acudió en calidad de abogada defensora del expresidente de las Maldivas, Mohamed Nashid. Su abrigo supuso un guiño curioso: los botones representaban una langosta, una mano y la cara de un gato. Estaban cosidos sobre los ojales, una curiosa modificación casera que indica que a Amal le gusta «tunear» la ropa a su estilo, un síntoma de que disfruta con los accesorios y la costura.

Las proporciones del guardarropa de la esposa de George Clooney son desconocidas . Imaginamos que reparte sus prendas entre sus residencias en Londres, Los Ángeles y Lago di Como. Su colección de decenas de abrigos de las mejores marcas supera con creces los 30.000 euros. Son el complemento perfecto a las jornadas profesionales de esta completa mujer de melena brillante y piernas delgadas, que se ha convertido rápidamente en un icono del estilo a nivel mundial.

La abogada libanesa de 37 años utiliza muchas de las marcas más de moda en la actualidad, desde el cada vez más omnipresente Giambattista Valli hasta Saint-Laurent o Paul & Joe. Suele elegir chaquetas y abrigos monocolor en tonos contundentes, de factura sencilla pero con detalles sobresalientes, que son los que marcan su atuendo. Es una alternativa conservadora y práctica, ya que las prendas con más dibujos son menos serias y ponibles.

Amal Clooney ha demostrado una gran maestría a la hora de elegir la mayor parte de su ropa, y muy especialmente cuando escoge sus abrigos. La prensa británica comienza plantearse si la letrada tiene estilista. Podría ser, aunque se nota que a ella le gusta la moda, y las libanesas son algunas de las mujeres más presumidas del mundo. En realidad, dada su notoriedad actual, lo que sí le puede ocurrir es que se encuentre con propuestas de préstamo o regalo de abrigos, vestidos y bolsos de muchas casas de moda. Esto podría suceder directamente o a través del agente de su marido. También es posible que contara con alguna figurinista de los estudios de Hollywood. Y si le hiciera falta, podría tener el consejo de Anna Wintour , a la que conoce bien. No en vano, estaba invitada a su boda y Amal reclama a la directora de «Vogue» cada vez que organiza grandes almuerzos, con o sin George.

En ocasiones Amal Alamuddin ha comprado prendas a través de las webs Farfetch.com y mytheresa.com, porque se la ha visto llevando ropa distribuida por estas tiendas online. Lo que está claro es que cuando compra por internet lo hace con el nombre de alguna amiga o de alguna secretaria del bufete de abogados donde trabaja. De otro modo, la información sobre sus atuendos estaría al orden del día, incluso antes de que los llevara puestos.

Amal Alamuddin Clooney se ha convertido en un icono. Y esto es así por varios motivos. El primero, su gran tino al escoger la ropa y los accesorios. Además, posee un buen esqueleto y un físico privilegiado, aunque unos kilos de más no le vendrían mal. Se trata de una mujer educada, de una estupenda familia libanesa, que se ha buscado la vida por sí misma como profesional y en otro país . Amal ha conseguido que mujeres de muy distintas nacionalidades y razas se sientan representadas por ella, tanto en Oriente Medio como en Europa, Estados Unidos o Hispanoamérica. Pero la guinda de Amal la puso su boda con el irresistible Clooney, paseándola por todas las alfombras rojas y las portadas del mundo.

Así pues, no es de extrañar que las marcas de moda de los cinco continentes se rifen su armario, un nuevo ejemplo de mujer que sin dejar atrás la feminidad aúna otras cualidades. Amal representa a la perfección a la mujer joven de mediana edad, guapa, inteligente, independiente y profesional a la que se dirigen las grandes marcas de moda de alto nivel. Alguien que disfruta de la moda, la puede llevar y la puede pagar. Al menos la mitad de la población femenina mundial anhela las cualidades de Amal. Otras suspiran por su famoso marido. Esta vez, la moda tiene entre manos a una nueva «Jackie», con formación y carrera propia.