François van den Abeele: «Mis gafas tienen una historia detrás»

¿En qué momento fue consciente del problema que había en el mar en referencia a los plásticos acumulados?

Estoy vinculado al mar desde hace muchos años. Mi primer trabajo fue como agente de barcos , y ahora soy navegante y vivo cerca del mar, así que este vínculo me viene desde siempre. Al estar relacionado desde joven con el mar, he podido ver cómo lo están destrozado. He asistido a muchas conferencias y he intentado recoger y usar el plástico como materia prima para sensibilizar a la gente contra este problema.

¿Cómo se le ocurrió la idea de trasformar los residuos plásticos en productos?

En primer lugar, la moda es el sector más contaminante después del gas y el petróleo. La gente no lo sabe, pero es terrible lo que contamina este sector. Los accesorios forman parte de la moda y el sector de la óptica, que usa el plástico como materia prima, no tiene ningún proyecto que sea sostenible. La sostenibilidad es menos importante. Al principio, teniendo en cuenta que hay mucho plástico en el mar, busqué soluciones sostenibles. Viendo qué marcas intentaban hacer algo, descubrí que la óptica hacía muy poco por ello, así que intenté hacer algo para darle una solución.

¿En qué consiste el proceso de producción de las gafas?

Tenemos acuerdos con las cofradías de pescadores en 30 puertos de España y hemos firmado un acuerdo con las autoridades portuarias. Según nuestro protocolo de recogida de plástico en los puertos, ellos deben colocar en los contenedores los residuos que generen con su actividad. Además, debido a la influencia del proyecto, los pescadores, cuando cogen algo con sus redes que no es pescado, en lugar de tirarlo al mar de nuevo, lo vierten en estos contenedores . Cuando estos se llenan con los plásticos, se trae a una planta donde se lleva a cabo el proceso de selección y separación. No todos los plásticos valen, así que cogemos aquellos útiles y lo trasformamos en material reutilizable para hacer las monturas.

¿Por qué seleccionó como artículo final las gafas?

Quería un producto que la gente pudiera llevar, que el consumidor se sintiera partícipe de este proceso de limpieza. Vivimos en una sociedad que se mide por las redes sociales, una sociedad del ego, una sociedad de «likes», donde si tienes pocos «me gusta», te deprimes. Y quise jugar con el ego positivo, «yo me compro unas gafas y hago algo positivo, además me las pongo y me convierto en embajador del cambio». «Sea2see» genera una experiencia y te hace sentir partícipe. Claro que puedo hacer suelas de zapatos con el plástico, pero así creo conciencia con el cambio , porque el consumidor piensa que también forma parte. Además es moda, comprar algo siempre cuesta, pero gastarte dinero te duele menos al saber que estas haciendo algo positivo.

¿Participa en el proceso de diseño del artículo final?

Sí, yo elijo los colores, las texturas, las lentes, pero lo hago con el fabricante italiano. Escucho mucho lo que dice el consumidor, pero decidí hacer una colección unisex , que funcione para todo el mundo, que vaya a todos los mercados. Es una apuesta en moda y por eso es importante ver lo que se vende y en base a eso seguir.

¿Qué papel deben ejercer los famosos como Javier Bardem, que hizo un vídeo en colaboración con «Sea2see», para que todo el mundo les siga en estas acciones?

Yo creo que tienen un papel fundamental. Javier Bardem estuvo un día entero rodando con nosotros, fue un acto maravilloso. Él está muy concienciado porque se fue con GreenPeace a la Antártida y le importa todo esto. [...] Los famosos tienen que utilizar su voz para apoyar ideas como las nuestras, que de forma innovadora buscan generar un cambio; ellos tienen, gracias a las redes sociales, un altavoz gigante. Cuando terminó el rodaje le regalé unas gafas para él y otras para su mujer, Penélope Cruz , y ella se las puso dos días después en el festival de Cannes . Fue un gesto voluntario, conocía la historia y se puso las gafas, pese a que en este festival tienen más que decidido lo que se van a poner en cada momento. Es una manera indirecta de decir «formo parte de este proyecto».

En Miami, en la semana de la moda me invitaron a dar una conferencia y allí estaba Antonio Banderas. D espués de la presentación se subió al escenario conmigo y, de manera voluntaria, animó a todos los presentes a participar. Hay famosos que sí hacen lo posible por ayudar, mientras que otros mucho «bla, bla, bla», pero luego les faltan valores. Así que sí, los famosos son esenciales para generar un cambio.

¿En qué proyectos está trabajando ahora?

Estamos haciendo colaboraciones con marcas de moda muy conocidas que saldrán antes de final de año y con casas de un «couture» francés. Para la casa francesa «Vionnet», que sacó una colección sostenible, además de una colaboración diseñada por Marc Quinn , el artista inglés , y con la marca de cosméticos «La Mer» hemos hecho una campaña de marketing por el Día del Océano. Estas marcas emplean nuestra historia para darse a conocer en el aspecto sostenible.

¿De cara a la semana de la moda, que apuesta por la sostenibilidad, va a tener algún tipo de presencia su empresa?

Por el momento no. Estamos muy abrumados con todo el trabajo que tenemos, de hecho tengo que ampliar el equipo porque no puedo estar pendiente de todo lo que hay. Aunque sí me gustaría participar en un futuro.

¿Se inspiró en alguna empresa para seguir el modelo de negocio?

No, porque en el sector óptico no existe. Aunque sí se puede comparar con marcas como «Ecoalf», porque tenemos valores similares, pero cada uno tiene un modelo diferente. Yo me implico mucho en la parte de la recogida y buscamos tener nuevos puntos por el mundo, por ejemplo en Senegal, para generar conciencia social y pagarles por las toneladas que recojan. Además de ayudarles con test ópticos, pues son lugares donde no existen casi oculistas y aportaríamos apoyo médico. Por todo esto, considero que mi marca es muy social. Mis gafas tienen una historia detrás.

¿Qué valor atribuye a su empresa?

Ecoinnovación. Es algo más que sostenibilidad, es ir más allá en un mundo en el que es todo igual. Si entras en una tienda óptica todas las marcas y todo lo que se ofrece es igual. Sin embargo, mi firma es una experiencia, haces algo positivo, ganas a la hora de consumir y de participar en el cambio, el sentimiento del consumidor es de «estoy cambiando el mundo». Aunque yo sé que no voy a salvar el mundo , sé que cada persona produce un cambio si compra. Además, hay muchas marcas en este mundo (de la óptica) y en este sector, pero nosotros generamos interés, con un producto «chulo» e innovador que quiere hacer más.