Cestas y canastas

Las orillas del Nilo eran una buena fuente de juncos, un material flexible y duradero con el que aquellos egipcios comenzaron haciendo moldes para la alfarería. Con el tiempo elaboraron piezas en mimbre, papiro o junco: desde bandejas hasta cunas. ¡Como olvidar el famoso cesto en el que fue encontrado Moisés flotando en aguas del Nilo!

En la Amazonía, las cestas se suelen hacer de palmas, mientras que los indios cheroqui utilizan agujas de pino y cerca del Polo Norte se recurre a las fibras de ballena, también muy flexibles . El plástico se ha añadido ahora como un material más de trabajo. Cestas para transportar producto, espuertas, baúles, cofres, fundas de damajuana, paletas para sacudir colchones, capazos o paneras protagonizan algunas de sus aplicaciones.

Pero en la moda española, desde hace décadas son habituales los capazos para ir a la compra o la playa. Aquí, los canasteros son a menudo miembros de grandes familias gitanas que antiguamente vivían de modo trashumante junto a los ríos en el sur de España. En las orillas encontraban gratis la única materia prima necesaria para elaborar cestas, el mimbre, el esparto o el junco. Ellos ponían el saber hacer manual que se pasaba de padres a hijos. Y a la hora de venderlos, la solución perfecta la brindaban los mercadillos itinerantes de los pueblos a los que acudían con su mercancía, un producto que sigue estando de moda tanto por su estilo rústico y sencillo como por su condición ecológicamente respetuosa.