La mujer con más poder en la historia de Italia

Lo cierto es que Maria Elena Boschi, bella, inteligente, se ha convertido en el brazo derecho del primer ministro, Matteo Renzi. En unas cacareadas declaraciones a «Vanity Fair» el pasado año, confesó que estaba cansada de la soledad y que añoraba una relación, mostrando además su deseo de tener tres hijos . Ahora, confiesa a Bruno Vespa, que no dispone de tiempo para relaciones sentimentales: «Soy una mujer que se empeña al máximo. Me levanto a las cinco y me acuesto a la una. A las amigas las veo solamente en los fines de semana. Estoy soltera, porque no tengo tiempo ni siquiera para pretendientes» .

A sus 34 años Elena Boschi, licenciada en derecho en Florencia, con formación católica, es seguramente el miembro del gobierno más influyente en el equipo de Renzi, con la excepción del ministro de Economía y Fiannzas, Pier Carlo Padoan (65 años), quien en realidad es un técnico.

En un país machista como Italia, Boschi se ha ganado el respeto de todos sus colegas en el Parlamento y elogios generales por en su trabajo para sacar adelante la reformas institucionales, en particular la nueva ley electoral. Ahora está enfrascada en la reforma del Senado y del título V de la Constitución , el que regula las competencias del Estado y de las regiones, a las que se han quitado competencias.

La ministra Boschi, de trato afable y simpática, se muestra con gran naturalidad, acaparando toda la atención del público a cualquier acto que asiste, como ocurrió en la recepción ofrecida por el embajador español Javier Elorza , como motivo del último Día de la Hispanidad. Por su atractivo y sensualidad, hay quienes la comparan con la actriz Scarlett Johansson. Pero aunque sabe que su presencia deslumbra, no le gustan los halagos. Silvio Berlusconi , al encontrarse con ella por primera vez, la saludó con el machismo que le caracteriza: «Usted es demasiado bella para ser comunista» . María Elena Boschi, sin inmutarse le respondió: «Los comunistas ya no existen» .

Además de ser la ministra más fotografiada en la historia republicana italiana, se le dedican infinidad de apelativos, entre ellos «la Pasionaria del Partido Demócrata (PD)» . Pero no le gusta ser considerada como una mujer de poder: «Yo no soy poderosa. Soy sencillamente una mujer que intenta trabajar mucho y comprometerse todo lo que puede. El gobierno es como un hospital con muchos jefes de departamentos. Yo estoy en urgencias, debo mirar todo en general. Soy el jefe del equipo de primeros auxilios ».

Como política se ha ganado un respeto general por sus dotes que incluyen el ser hábil e incansable negociadora: «No soy dura, pero tampoco me gusta tener que llegar a acuerdos a cualquier costo». Mujer muy determinada y con carácter, su lema en política lo tiene claro: «Si alguien me pisa, pienso en lo que decía Kennedy: “Perdona a tus enemigos, pero no te olvides de sus nombres”» .

«¿La nueva Thatcher o la nueva Merkel”, como se pregunta en su libro Bruno Vespa». Lo que es seguro es que su futuro será brillante: se dice que Matteo Renzi piensa en María Elena Boschi como presidenta de la Cámara de Diputados para la próxima legislatura.