La vida de Lindsay Lohan es de todo menos común. La actriz, que hace tan solo dos noches pisaba con todo su «glamour» la alfombra roja de la fiesta posterior a los Globos de Oro , regresaba ayer a los juzgados de Los ... Ángeles para una audiencia sobre su libertad condicional y una evaluación sobre sus progresos tras ser condenada por robar un collar en una joyería de la ciudad.
Lohan cambió el Prada rosa maquillaje que lució en la gala (y que llevó sin ningún collar) por un look de «niña bien» de pantalones anchos negros, «twin set» azul pálido y bolso beige. A las afueras del juzgado, Lohan se mostró muy sonriente, y es que la actriz ya tiene experiencia con la Justicia.
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