Helen Lindes y Rudy Fernández, decididos a formar una familia

El próximo mes de julio, Lindes celebrará su primer aniversario de boda con el jugador de baloncesto Rudy Fernández . Sobre el tiempo que lleva luciendo el anillo de casada, Lindes hizo un breve balance : «la verdad es que ha sido un año mágico y hemos podido conocernos y entendernos mejor». Y añadía entre risas: « La verdad es que recomendaría a todo el mundo que se casara ».

Sobre quién sorprende a quién a la hora de convivir, asumió que Fernández no suele prodigarse demasiado en la cocina. « Él no cocina. Rudy entrena dos veces al día , está horas y horas entrenando y llega súper cansado a casa. Entiendo que se dedique en cuerpo y alma a su trabajo», apostilló. Lo que sí que no hace el jugador de baloncesto es llevarle el desayuno a la cama -un detalle que ella tampoco se ha planteado tener con él nunca-, lo que él tampoco hace es emitir ningún tipo de sonido cuando duerme: « Tengo la suerte de que no ronca nada , los únicos que roncan en casa son los perros. Los dos dormimos súper bien ».

Parece que Lindes y Fernández siguen de luna de miel y que la convivencia es maravillosa. «La verdad es que nuestra relación es súper tranquila y yo lo agradezco, porque soy una persona que necesita estabilidad y seguridad en las relaciones», puntualiza. Aunque de vez en cuando sí que tienen alguna discusión: « A veces sí que pego un par de chillidos -ríe-. Pero se me pasa rápido. Lo bueno es que, si nos enfadamos, a los cinco minutos ya lo hemos arreglado ».

Sobre la posibilidad de aumentar la familia y ser padres, lo que hace unos meses era un «no» rotundo, ahora se ha convertido en un «ojalá». Según expresó la modelo, ya lo han hablado entre ellos: « Llevamos casi un año casados y es un momento muy bonito . Nos gustaría ser padres en breve . Queremos formar una familia. Ojalá sea pronto, a ver si hay suerte». Quizá es por esta razón por la que se está planteando viajar a Brasil para los Juegos Olímpicos: « Estoy un poco preocupada por el virus del zicka ».

Con un niño por casa, es muy importante tener una casa presentable, porque luego el salón se convierte en un campo repleto de juguetes. Por eso, tanto el jugador como ella tienen algo que solucionar: «Los dos somos muy desordenados. Cuando se juntan dos personas desordenadas la casa es un caos ».