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Comienza la cuenta atrás para una «boda real» con poca pompa y circunstancia

Harry y Meghan romperán con las tradiciones y la solemnidad propias de la monarquía británica

El Príncipe Harry y su prometida, Meghan Markle Gustavo Valiente
Ana Mellado

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Las comparaciones, siempre odiosas, parecen en este caso inevitables. La pompa y circunstancia que envolvieron el «sí, quiero» del Príncipe Guillermo (35 años) y Catalina de Cambridge (36) en abril de 2011 no encontrarán parangón en la de su hermano ... Harry (33), el próximo sábado. En primer lugar, porque no será una ceremonia de Estado y por tanto no debe ceñirse a un protocolo estricto. No hay que olvidar que Harry ocupa el sexto lugar en la línea sucesoria. Y en segundo, por las peculiaridades de la familia de la novia, Meghan Markle (36), a años luz de todo aquello que representa la realeza. Desde la lista de invitados a la elección de las damas de honor, pasando por la llegada de la novia a la capilla de San Jorge en Windsor, el enlace promete dejar estampas insólitas en el álbum de la monarquía, cuyas tradiciones mejor han resistido al paso de los siglos.

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