El apoyo de Kanye West a Trump le cuesta 10 millones de seguidores

Tras un periodo de silencio digital, su primer tuit a su vuelta fue «Ye (se llama así mismo Yeezy) regresa a Twitter bendiciéndonos con todo tipo de entretenimiento». Y han bastado seis días de actividad en las redes para poner patas arriba su entorno inmediato y más allá: ha despedido a su representante, Scooter Braun ; ha pedido una reunión con el CEO de Apple, Tim Cook , porque tiene «algunas ideas»; ha aparecido con una gorra firmada por Trump, confesando su admiración hacia él , y se ha declarado un «librepensador».

Aquellos cercanos a West consideran que su equilibrio mental es precario y que sus comentarios en Twitter son fruto del cansancio. Otros lo achacan a su abuso de sustancias opiáceas . Hace unos días, salió a la luz una monumental bronca que tuvo lugar en su estudio de grabación y que dejó a los presentes temblando. Al parecer, Kanye gritó a pleno pulmón a sus colaboradores que no eran más que un «puñado de don nadie indocumentados» y que él tenía que «hacerlo todo». Según lo relatado, el músico vive obsesionado con controlar cada detalle de su compañía.

No se fía de nadie y en su entorno no saben cómo manejar la situación. Precisamente algunos de esos colaboradores a los que abroncó de manera tan expeditiva son los mismos que permanecieron a su lado mientras se recuperaba de un episodio psicótico padeció en el 2016 y por el que acabó esposado en una cama de hospital. Kanye ha despedido a gran parte de sus empleados y es la familia Kardashian quien le ayuda. Sin embargo, la madre de Kim, Kris Jenner , no ha ocultado su preocupación sobre las consecuencias que las palabras y los actos del músico puedan tener sobre la imagen de su hija. «Kanye es como un niño que necesita atención constante, y Kim ya tiene tres ( West North , Chicago y Saint )», se ha lamentado la matriarca del clan en la revista «People». «Cuando está realmente necesitado, le cuesta bastante estar solo. Kim tiene muchas prioridades, y los niños son lo primero. Kanye ama a su familia inmensamente, pero creo que siempre espera ser el número uno . Y eso no puede ser una opción para Kim, que es madre de tres hijos y tiene también su trabajo», añade.

La propia Kim, sin embargo, ha salido al paso de las opiniones de su progenitora, al tiempo que trata de explicar el ofuscamiento de su marido: «Ayer se anunció que él se había distanciado de algunos de sus colaboradores y los medios atribuyen esa decisión a su estado de salud mental , en lugar de entender que es un asunto de negocios. Estoy contenta de que lo anunciara en Twitter, porque están ocurriendo cosas muy excitantes en su compañía. Kanye es un librepensador . ¿No se permite eso en América? ¿Si sus ideas difieren de las tuyas vamos a acusarle de loco. NO es justo? Ha salido del agujero, se siente él mismo y lo expresa», escribió.

Para el común de sus admiradores los comentarios del músico carecen de sentido, aunque los expertos en marketing sitúan todo ello en el marco de una campaña de auto-promoción de tintes geniales . Ahora está consiguiendo ocupar el centro de atención, tal y como hizo en los VMA del 2009, con su primera polémica con Taylor Swift , o al calificarse a sí mismo como el mejor artista de todos los tiempos. Demuestra una confianza que puede entenderse como arrogancia, pero le funciona. El fundador de Amazon, Jeff Bezos , dijo una vez que «la marca es lo que la gente dice de ti cuando no estás presente». Y la gente, definitivamente, está hablando de Kanye West, quien dentro de un mes comenzará el lanzamiento de cinco nuevos álbumes.

Tuitear con una gorra firmada de Trump ha sido una provocación a sus seguidores - ha perdido 10 millones de seguidores de los casi 28 millones que tenía- y, al mismo tiempo, una llamada de atención a ese público que nunca le ha hecho caso. Esos postulados ya han otorgado al rapero una gran atención por gran parte de quienes, desde la derecha, hasta hace dos días le veía como un «raro de Hollywood». Su mensaje está cargado de intenciones políticas: «No estoy 100% de acuerdo con nadie más que conmigo». Su decisión de presentarse como candidato presidencial en el 2024 es sorprendente, incluso para él mismo.