175 años después, Tiffany´s sigue brillando
La joyería cumple su aniversario y lo celebra con la colección «1837 Rubedo»
marina pina
En este momento, con casi toda seguridad, una mujer se enfrenta con nervios a una caja azul Tiffany con un lazo blanco, otra llora emocionada y a alguna le asaltan las dudas. A la vez, algún hombre se rasca la cabeza frente a un escaparate ... lleno de brillantes, sin saber cuál elegir. Cerca otro está arrodillado. Todas esas escenas –retratadas infinidad de veces en libros y películas– son y han sido posibles a gracias Charles Lewis Tiffany , que hace 175 años comenzó una revolución en el mundo de la joyería.
Corría el año 1837 cuando Tiffany's abrió una joyería con su apellido y una misión: innovar, explorar y diseñar todos los días algo único. Tenía, además, una filosofía: « Un diseño bonito puede convertir la vida en algo maravilloso ». Hoy, la pequeña tienda situada en la 259 de Broadway (Nueva York) se ha convertido en un gran imperio, en la marca de joyas más importante de los Estados Unidos y casi del mundo.
50 años, más de 18.000 días han pasado desde que Audrey Hepburn desayunara en Tiffany's . Varios jovenes se reúnen a diario para comenzar el día tomando café con diamantes. El establecimiento de Broadway está ahora en la Quinta Avenida con la 57, es fácil reconocerlo gracias a la bandera que sale de su edificio y a las decenas de personas que a diario se detienen para mirar su escaparate.
El periodista Alfonso Armada describe el establecimiento en su «Diccionario de Nueva York» así: «Como Tiffany’s tiene sólo cinco pequeñas ventanas (las aspilleras de una fortaleza, el Fort Knox de la gemología),(..) precisamente por su tamaño, por su genuina condición de ventana, más que de escaparate, en el caso de Tiffany’s hay que pararse para poder asomarse , para poder ver». Esas pequeñas ventanas están hoy por todo el mundo, en Madrid ocupan la esquina de la calle Ortega y Gasset con Claudio Coello. En plena milla de Oro.
Alta joyería
En 1851 Tiffany's se convirtió en la primera compañía americana en aplicar los estándares 925/1000 sobre la plata, empezó a crear joyas a partir de la « plata esterlina » –piezas cuyo material principal es la plata en un 92,5% y el resto se hace a base de una aleación de cobre o níquel –. Tal fue la fama de este material que el señor Tiffany logró que en 1926 se adoptara el estándar como el oficial para el país.
Pero el éxito de esta joyería no se debe solo a su impulsor, Lewis supo rodearse de los mejores diseñadores , que hoy mantienen los principios de armonía, contraste e inteligencia que caracterizan a sus joyas. Jean Schlumberger diseñó joyas siempre inspirado en la naturaleza; la italiana Elsa Peretti que dibujó el famoso collar de lágrimas; Paloma Picasso, la francesa que ha hecho del color rojo y de la paloma su firma personal en Tiffany's; o el arquitecto Frank Gehry, que ha llevado las líneas de sus edificios a la alta joyería.
175 años después Tiffany's se sigue reinventando cada día e inventa por su cumpleaños un nuevo metal: «Rubedo». La palabra proviene de la mitología medieval y hace referencia al gran éxito logrado cuando alma y cuerpo se fundían en una sola materia. La colección conmemorativa « 1837 Rubedo » tiene la firma de Carles Lewis Tiffany grabada en todas sus piezas.
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