La amenaza de un embargo tras la guerra de los Pantoja
La paz no llegará hasta que la finca Cantora no esté a salvo
Pilar Vidal
El sábado 17 de octubre, la visita de Kiko Rivera a «Sálvame Deluxe» prometía ser la fustigación de un infiel por naturaleza, que ha buscado en brazos de otra lo que Irene Rosales (29) no podía darle. Pero, lejos de eso, se ... convirtió en un drama al que ya nos tiene acostumbrados el «pequeño del alma» cada vez que su fluctuante economía agoniza. Sin bolos, con la discoteca cerrada y la familia más unida que nunca había que sacar algo que le revalorizara mediáticamente. Esa fuente de ingresos nunca le falla. Si echamos la vista atrás en la hemeroteca, por más memorias y exclusivas que haga a sus 36 años, siempre se guarda un as en la manga y nunca lo cuenta todo.
Esta vez confesó haber tocado fondo y, como siempre, su madre salió al rescate, llamando en directo para brindarle su ayuda y quitarle hierro al asunto con la que está cayendo por la pandemia. El día antes habían estado tomando el aperitivo en Cantora .
Pero, ¿qué ha pasado en estos 20 días para que Kiko aparezca en la portada de «Lecturas», donde asegura que quiere revisar el testamento de su padre y decir que él no cedió Cantora a su madre a sabiendas y que firmó lo que ella le pidió? En la demoledora entrevista cuenta a Mila Ximénez que « cuando cumplí 18 años, fui con mi madre a firmar algo . Pero con esa edad y la vida que yo tenía, que era más bien una cabeza perdida, me dice mi madre “firma esto”, y voy de cabeza a firmar».
El crédito de 2002
Según ha podido saber ABC, la finca gaditana peligra desde hace años por los embargos que pesan sobre ella de Hacienda, tanto por parte de Isabel Pantoja como de Kiko Rivera. Al parecer, en los próximos días a la tonadillera le podría llegar otro nuevo embargo. Lo que Kiko firmó con 18 años no fue la cesión de la finca, ni mucho menos, según consta en el Registro de la Propiedad al que ha tenido acceso este periódico: él sigue teniendo el 47,60% de la finca y su madre, el 52,40% . El 11 de julio de 2002, siendo el mayor de edad, acudieron juntos a un notario de Fuengirola para solicitar un crédito a la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Córdoba -ahora Cajasur- por importe de 2.700.000 euros . Ambos firmaron ese crédito, que aún hoy no está liquidado y que avalaron con la finca.
En 2009, Kiko Rivera también firma una novación de esta hipoteca, en la que se incluía un periodo de carencia y se modificaron los plazos de amortización y los tipos de interés. Quizás en esta ocasión también puede alegar que era «una cabeza perdida». En 2014, la Agencia Tributaria le embargó a Kiko 202.294,06 de su 47,60% de la finca por impagos referentes al IRPF de los ejercicios 2007/2008 y 2011. Por lo que entonces tuvo constancia que aún seguía teniendo su porcentaje de la propiedad. Y justo hace cinco años, en concreto el 2 de febrero de 2015, madre e hijo, hipotecaron la finca Cantora, a favor de la Hacienda pública, por un importe de 1.100.000 euros, obteniendo un plazo de cinco años para liquidar la deuda y quedarse libre de cargas. El plazo expira en mayo de 2021. Por tanto, es poco creíble que Kiko haya sido engañado por su madre, sino que más bien deberían contar la verdad de la situación.
La «mejor» estrategia
Más allá de los afectos o el divismo, está a punto de perder la única herencia de su padre. Por eso, fuentes cercanas a Cantora aseguran que se han puesto en manos de un abogado especialista que les asesore para que, en caso de no poder hacer frente a todas las deudas, Kiko no pierda su 47,60% . Ya que, al parecer, este sí que habría cumplido con sus obligaciones fiscales, al menos en lo que a la finca respecta. Pero él aún no estaría al día del todo con Hacienda, porque sobre su propiedad de San Sebastián de los Reyes también recaen dos embargos -uno en febrero de 2016 y el último en enero de 2019- por un importe de unos 270.000 euros . Y una hipoteca de 338.000 euros de la que aún le quedan nueve años por amortizar. Con tanto embargo y crédito, la mejor estrategia sería alegar que no sabía lo que firmaba.
Fuentes legales explican que todo lo que sea legal se puede hacer, pero otra cosa es que prospere. Emprender este tipo de demandas supondría acusar a su madre de delitos penales, algo que ya está insinuando en sus entrevistas, sembrando la duda al decir que le obligó a firmar documentos de los que él desconocía el contenido o sobre la actuación del albacea de su padre, Francisco Rivera «Paquirri», Ramón Calderón.
A Pantoja la veremos en unos días en la portada de una revista con la que ya negocia su respuesta. El clan es una maquinaria de hacer dinero, juntos o por separado. Kiko sabe que heredará Cantora y que su madre le dejará el tercio que le corresponde más el de mejora. Si antes no la pierden, ahogados por los embargos, o lo malvenden, ya que ahora mismo la finca se ha devaluado porque las tierras no son fértiles y el ganado no se vende. La paz no llegará hasta que Cantora no esté a salvo.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete