Álex Lequio, el nexo de unión entre sus padres: una relación inquebrantable

Sus redes sociales y sus apariciones públicas son la más pura imagen de un joven unido a sus padres , que han caminado a su lado durante toda su vida, pero aún con más ahínco estos últimos años en los que lo único que han pedido ha sido respeto hacia la complicada situación a la que se enfrentaba la familia. Siempre prudentes, midiendo sus palabras por ser conocedores de la trascendencia del cáncer, no obstante, se sumaron a la filosofía de vida de Álex: « No hacer drama del drama».

La actriz lo dejó todo al comienzo de la lucha para trasladarse a Nueva York, donde Álex se sometió a un primer tratamiento en el prestigioso Memorial Sloan Kettering Cancer Center, un proceso en el que también estuvo muy presente Lequio. A su regreso a nuestro país, donde continuó tratándose, primero en la Clínica Universitaria de Navarra y después en el hospital Quirónsalud de Barcelona, donde fallecía el miércoles, las muestras de cariño hacia sus padres fueron constantes.

Desde su separación, Obregón y Lequio mantuvieron una relación cordial por el bien de lo que ambos más querían, pero a raíz de la enfermedad del joven empresario, dejaron de lado cualquier diferencia que tuvieran y se volcaron, juntos, en apoyar a Álex durante la lucha contra su enfermedad. Y es que pocas veces se les había visto tan unidos desde su separación.

Su romance fue fugaz, y estuvo protagonizado por algún que otro rifirrafe con Antonia Dell'Atte , que estaba casada con el conde Lequio cuando ellos se conocieron. Tras la separación de la italiana, comenzaron su historia en 1991 y poco después nacería su primer y único hijo en común. Sin embargo, pese a la felicidad que irradiaba la mediática pareja, una presunta infidelidad por parte de él con Silvia Tinao puso fin a su historia de amor en 1994. Fue entonces cuando Lequio abandonó la casa en la que vivían en La Moraleja.

El tiempo terminó por traer paz a la familia y la relación entre los padres de Álex mejoró considerablemente. «Yo nunca le he impedido ver a su padre. No he sido una mujer que por despecho o enfado haya impedido a mi hijo estar con su padre. Es más, Alessandro siempre ha tenido las llaves de mi casa y nunca le he pedido nada económico, aunque tampoco me lo ha dado, la verdad», explicó Obregón en una entrevista con la revista «¡Hola!» hace unos años.